CommunismIV InternationalMarxismPrivate PropertySocialismStalinStalinismURSS

CLAVE Tribuna Marxista Tribuna Marxista CLAVE Así, claramente se está desenvolviendo una situación que puede afectar ampliamente la guerra europea.
La propaganda ha surgido al mismo tiempo para acercar considerablemente a los Estados Unidos a una participación activa en la guerra. El Annalist (21 de diciembre de 1939)
afirma que si alguna vez la nación, individual y oficialmente, ha tomado partido en una guerra europea, es hoy.
Ciertamente es una violación de los principios de nuestra le.
gislación sobre neutralidad, aun cuando lo técnico sea afirmar que Finlandia no es beligerante. El New York Times (21 de enero de 1940) comenta: En los Estados Unidos. las consideraciones estratégicas han tenido comparativamente muy poco peso. pero el sentimiento en pro de Finlandia se ha desarrollado mucho, integrándose de hostilidad contra el comunismo y de simpatía para el pequeño amigo que lucha.
Herbert Hoover, en el New York Times del 21 de enero de 1940, declara que hasta el presente las emociones del pueblo de este país (E. no han sido suscitadas. Si la guerra no termina pronto, los horrores que de ella ha.
brán de seguirse nos ofenderán tanto que a menos de que sin.
tamos que estamos ayudando de algún modo, tendremos que ser llevados al torbellino. Somos un pueblo emotivo. Mediante nuestra ayuda a un pequeño país que ha sido atacado por una nación cuyo sistema todo para nosotros es odioso, nosotros proporcionamos un escape a sentimientos que, de otro modo, podrían arrastrarnos a la guerra. Esta es la fórmula impecable de todos los patriotas demagogos. Bajo el pretexto de mantenernos fuera de la guerra, adoptan las medidas que habrán de lanzarnos a ella.
golpe que la invasión de Stalin ha dado a la revolución socialista mundial. Por su proceder en Finlandia Stasin, además.
ha alienado la simpatía de los trabajadores y pueblos oprimidos para la Unión Soviética y, por lo tanto, minado su verdadera defensa. Stalin proporciona municiones a los imperialistas y a todos sus lacayos para una nueva campaña de eliminación de la Unión Soviética y de restauración de la propiedad privada. Pero los más recientes crímenes de Stalin no alteran la naturaleza básica del primer Estado obrero creado por una revolución proletaria; sólo acentúen lo que la Cuarta Internacional ha sostenido siempre: la pérfida y criminal burocracia stalinista debe ser extirpada. Pero esta tarea no puede ser alquilada al imperialismo mundial. Por el contrario, el renovado y grandemente intensificado peligro de intervención por los imperialistas, cuya parte integrante es el ejército de Mannerheim, sitúa la defensa de la Unión Soviética en la orden del día de los trabajadores con conciencia de clase del mundo entero. La intervención política y material del imperialismo norteamericano en el actual conflicto sólo subraya este deber indiscutible de los militantes norteamericanos. Editorial tomado de New International)
Defensa de la Unión Soviética El intento de Stalin de ganar ventajas militares y estra tégicas por medio de su invasión contra Finlandia, hasta ahora no ha logrado más que demostrar la estupidez increí.
ble de Moscú y la profunda debilidad del decapitado Ejército Rojo. La socialización de la propiedad, consecuencia de la ocupación de territorios de Finlandia por el Ejército Rojo, indudablemente progresiva, a pesar de la manera de llevarls.
a cabo, es contrapesada ampliamente en valor real por el 200. 201.