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CLAVE Tribuna Marxista Tribuna Marxista CLAVE Pero la continuación de la guerra imperialista, que pa rece lo más probable, pese a todos los esfuerzos de la burguesía, depositará indudablemente a Finlandia, o parte de ella, en manos de Stalin. Todo el prurito conservador que éste intente desplegar no impedirá a las masas finlandesas encontrar, tras los avances del Ejército Rojo, condiciones de lucha favorables, simultáneamente, al despliegue de las medidas de la revolución proletaria y de la lucha contra la usurpación burocrática.
Stalin no puede empezar eliminando la libertad de los trabajadores finlandeses. Se verá, por el contrario, obligado a suprimir o coartar la libertad de la burguesía, y a permitir algunos excesos al proletariado. Si los trabajadores finlandeses saben aprovecharlos, se encontrarán rápidamente on condiciones de dirigir su propia revolución y oponerse a la burocracia, En el Frente Económico.
Uno de los aspectos de la invación de Finlandia por Stalin que no ha sido saludado con banderolas ni con alaridos impresos, pero que, sin embargo, explica una buena parte de la furia del imperialismo mundial, es la perspectiva de expropiación de la burguesa finlandesa, como en Polonia, con el avance del Ejército Rojo. De todos los crímenes de Stalin, hasta la fecha, ni uno solo de ellos merece, ante la burguesía, una condenación semejante a la de ése: cuando Stalin, a pesar de su repulsión, se ve obligado a extender la base económica en que se apoya, retuerce el puñal en la herida abierta por Octubre, y el dolor recuerda al capitalismo mundial no solamente los días ya pasados, sino los que están por venir.
El burgués Annalist (7 de dic. de 1939) dice: El imperialismo soviético también proporciona un indicio respecto del marasmo del mercado de valores. La incapacidad de los valores para sostener su acostumbrada relación con los negocios es uno de los principales misterios económicos del día, no sólo en los Estados Unido, sino también en el Canadá. El mercado de valores se ha colocado definitivamente a la zaga de la producción industrial, ya sea que se sostenga o no, habrá un receso de los negocios en 1940. El avance del comunismo en Polonia y ahora en Finlandia y la abolición de la propiedad privada en esos territorios, actual o posible (nosotros subbrayamos) no es, claro está, una perpectiva hecha para alentar el alza de los valores en el mercado. Una derrota posible de Alemania permitiría igualmente al comunisino penetrar en el pais mas industrializado de Europa. En este caso, la couperación activa entre Alemania y el Soviet, que hoy es notable por su ausencia, puede encerrar repercusiones qe no son nam da agradables de esperar. La seriedad de la invasión rusa contra Finlandia, parece haber sido reducida en importancia por la mayoría de los comentadores, pero sí ha sido reconocida por el mercado de valores.
Los marxistas no desdeñan la ganancia positiva que entraña la expropiación de la riqueza privada en Polonia y más tarde en Finlandia, tras las bayonetas del Ejército Rojo, a pesar del golpe que la elección de métodos hecha por Stalin para realizar ese fin, significa para la revolución y para la verdadera defensa de la Los métodos de Stalin repelen y alienan las simpatías de los trabajadores del mundo entero. La burguesía observa la situación sólo desde el punto de vista de sus intereses básicos. Los métodos de Stalin son iguales a los de ella, y no es sobre ellos la querella entre ama bos. cómo se opondría la burguesía, que con bombas y ametralladoras oprime a cientos de millones de esclavos coloniales. La cuestión esencial entre ellos es la propiedad privada de los medios de producción, y si Stalin se ve culigado a destruir las formas capitalistas de propiedad, eso le convierte en un bolchevique con una bomba en cada mano, a los ojos de cada uno de los miembros de las Sesenta Familia3.
Pero más deliberada y más perniciosa que esta reacción consciente de la burguesía, es el intento de presentar a la como un Estado imperialista a los ojos de la clase trabajadora, y de esfumar la distinción entre las formas soviéticas y las formas capitalistas de apropiación de la riqueza. Este es el tapujo que la burguesía quiere colocar sobre los ojos de la clase trabajadora, antes de armarla para que luche por Wall Street en la segunda guerra mundial.
Indicios crecientes de una nueva y precipitada baja industrial para el período inmediato futuro, y al mismo tiempo. 194. 195