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CLAVE Tribuna Marxista Tribuna Marxista CLAVE Por qué acepté aparecer ante el Comité Dies a Por Leon Trotzky Esta declaración estaba destinada por el autor como una declaración de prensa sobre su llegada a los Estados Unidos. Dies y su comité decidieron sin embargo, retirar la invitación. Ellos demostraron claramente con esto que en su opinión la presentación del Camarada Trotsky ante el Comité no traería beneficio a sus propósitos reaccionarios sino detrimento. La gente más perspicaz no tuvo duda de ello desde el principio. Presentamos la declaración del Camarada Trotsky porque, independientemente a la pánica retirada del Comité Dies, muestra como pueden utilizarse las instituciones reaccionarias para propósitos revolucionarios.
La Redacción. Por qué acepté aparecer ante el Comité Dies?
Naturalmente no para facilitar la realización de los propósitos políticos de Mr.
Dies, particularmente la aprobación de leyes federales contra uno u otro partido extremista. Siendo un oponente irreconciliable no solamente del fascismo sino también de la actual Comintern, estoy al mismo tiempo decididamente contra la supresión de cualquiera de ellos. La proscripción de los grupos fascistas tendrá inevitablemente un carácter ficticio: como organizaciones reaccionarias pueden cambiar fácilmente de color y adaptarse a sí mismas a cualquier clase de forma organizacional puesto que las secciones influyentes de las clases dirigentes y el aparato gubernamental simpatizan considerablemente con ellas y esas simpatías aumentan inevitablemente durante la época de crisis política. En cuanto a la Comintern, su supresión podría solamente ayudar a esta organización comprometida y completamente degenerada. La dificultad en la situación de la Comintern es un resultado de la irreconciliable contradicción entre el movimiento obrero internacional y los intereses de la pandilla dirigente del Kremlin. Después de todos sus zig zags y decepciones, la Comintern ha entrando óbviamente en su período de descomposición. La supresión restablecería inmediatamente su reputación ante los ojos de los trabajadores como un luchador perseguido contra las clases dirigentes.
Sin embargo, la cuestión no se ha agotado por esta consideración. Bajo las condiciones del régimen burgués, toda supresión de los derechos políticos y libertades, no importa contra quien sea dirigida al principio, al final inevitablemente será usada contra la clase obrera, particularmente sus elementos más avanzados. Esta es una ley histórica. Los trabajadores deben aprender a distinguir entre sus amigos y enemigos de acuerdo con su propia opinión y no de acuerdo con las insinuaciones de la policía.
No es difícil predecir una objeción ad homi nem: pero es justo que el gobierno Soviético del cuál usted formó parte proscribiera todos los partidos políticos excepto el Bolchevique? Absolutamente correcto; y en el presente estoy dispuesto a cargar con la responsabilidad por sus acciones. Pero uno no puede identificar las leyes de la guerra civil con las leyes de los períodos de paz; las leyes de la dictadura del proletariado con las leyes de la democracia burguesa. Si uno considerara la política de Abraham Lincoln exclusivamente desde el punto de vista de las libertades civiles, entonces el gran presidente no aparecería muy favorecido. Para justificarse podría decir por supuesto que fué obligado a aplicar medidas de guerra civil para purificar a la democracia de la esclavitud. La guerra civil es un estado de crisis social tensa. Una u otra, dictadura, con sus métodos derivados de las condiciones de la guerra civil aparece fundamentalmente como una excepción a la regla, un régimen temporal. Es cierto que la dictadura en la Unión Soviética no ha muerto, sino por el contrario tomó una forma totalitaria monstruosa. Esto se explica por el hecho de que fuera de la revolución surgió una nueva casta privilegiada la cual es incapaz de mantener su régimen, excepto por medio de medidas de una grrra civil oculta. Fué precisamente por esta cuestión por la que rompí con la pandilla dirigente del Kremlin.
Fuí derrotado porque la clase trabajadora, como un resultado de las condiciones internas y externas, se mostró demasiado débil para liquidar a su propia burocracia. No dudo, sin embargo, que la clase obrera la liquidará.
Pero sea la que fuere la situación en la URSS, la clase obrera en los países capitalistas, arnenazada con su propia esclavitud debe sostener la defensa de la libertad para todas las tendencias políticas incluyendo a sus propios enemigos irreconciliables.
Por esta razón no siento la más ligera simpatía por los propósitos del Comité Dies.
No he explicado que vine aquí, no para defender las actividades Americanas contra las actividades no Americanas. Estoy en verdad mal preparado para esa tarea.
Aún más, todos mis intentos para entender justamente en qué consiste el Americanismo que ellos deben defender no me han conducido hasta ahora a nada. La gran contribución de América a los tesoros de la humanidad puede describirse en una palabra. técnica. Este Americanismo es evidente y generalmente aceptado. Pero la cuestión queda aún en pie, sin embargo; cómo aplicar la técn va Americana a los intereses de la humanidad. Oímos de Harold Ickes, Homer Cummings, Lewis Douglas, y otros representantes sobresalientes del régimen actual que lo3 monopolios contradicen las ideas de democracia. Sin embargo, en ninguna parte del mundo la autoridad de los monopolios ha conseguido tanta competencia como en los Estados Unidos. Dónde vamos a buscar el Americanismo. en las ideas abstractas o en la realidad que las contradice? Además, es la desocupación crónica un fenómeno Americano o no Americano? Esas leyes circuscritas que Mr. Dies defiende tienen una larga Historia en los países Europeos donde iniciaron el período transicional del réginen democrático al totalitario durante los últimos veinte años. Los representantes del Congreso de la Juventud acusaron abiertamente al Comité Dies de despreciar el Americanismo. Como extranjero, me tomaría al final un año para estudiar este problema complicado; pero ignoro que estancia prolongada en los Estados Unidos es compatible con los principios de Americanismo.
Es necesario, reconocer, por supuesto, que la Comintern misma prepara en una gran extensión esta persecución contra ella. Durante varios años demandó sistemáticamente que sus enemigos políticos de la izquierda fueran reprimidos por los gobiernos democráticos. Esta conducta vergonzosa nos dió la oportunidad de predecir hace mucho tiempo que al final la misma Comintern sería cogida en la trampa que estaba preparando para otros. así sucedió. Browder no se fatigó en pedir a la policía medidas contra los Trotskistas. Al final la policía procedió descortesmente contra el mismo Browder. No fuimos vengativos en este respecto. Su uso de un pasaporte falso no nos llenó con horror piadoso. Yo mismo usé un pasaporte falso en la lucha contra el Zarismo y la reacción de todas clases. La desgracia no consiste en el hecho de que Browder consiguió una o dos veces engañar a la policía fascista u otra, sino en el hecho de que Browder está engañando sistemáticamente a los obreros americanos.
La lucha contra este engaño es una tarea política elemental. Un Comité Congresional es justamente tan apropiado para esta lucha como la prensa obrera y los cuerpos legislativos nacionales.
No intento, sin embargo, apoyar a esos líderes de los sindicatos y partidos obreros quienes, inspirados por sus sentimientos patrióticos, excluyen a los comunistas de sus organizaciones. Considero esta política tan perjudicial como las leyes represivas contra el partido Comunista. Un sindicato puede llevar a cabo su tarea únicamente mientras esté edificado sobre los principios de la democracia obrera. Es fácil arrojar a los Stalinistas por medidas burocráticas. Es más difícil liberar a los obreros de su confianza en ellos. Pero solamente este segundo camino puede curar al movimiento obrero y conducirlo a un nivel más alto. La Comintern ha mentido, engañado, y cometido traiciones de tal extensión que la realidad cruda es el arma más aguda contra ella. Es justa esta tarea que he tomado por mi cuenta. Decir la verdad acerca de las actividades del Kremlin y la Comintern. No prometo revelaciones sensacionales. Pero no son necesarias. Qué nuevas revelaciones pueden sobrepasar los procedimientos de los procesos de Moscú, la liquidación de la Vieja Guardia Bolchevique, la liquidación de los Generales Rojos, la alianza repentina con Hitler, y los escandalosos zig zags de la Comintern bajo el látigo del Kremlin. Pero puedo ayudar a reunir todas las partes diferentes de esta película en una total y descubrir su significado interno.
Cuando los trabajadores entiendan el papel histórico reaccionario del Sstalinismo, se despedirán de él con aversón. Para ayudarlos en esto convine aparecer ante el Comité Dies.
Diciembre 11, 1939.
Coyoacán, TROTSKY.
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