BourgeoisieCivil WarHitlerMarxismNazismStalinWorking Class

CLAVE Tribuna Marxista Tribuna Marxista CLAVE Por otra parte, la clase trabajadora y los campesinos no están en condiciones de proveerse de los artículos suministrados por el racionainiento oficial, mucho menos de concurrir con los compradores burgueses en el mercado ordinario donde la especulación es desenfrenda. La caída de los salarios en el campo y la ciudad se produce en proporción inversa al aumento del costo de la vida, y el paro en las zonas industriales es casi total.
Las industrias textiles catalanas, paralizadas por la falta de algodón; la industria pesada de Bilbao, que trabajaba casi exclusivamente para Alemania, como las minas Asturianas de carbón, han sufrido un colapso como consecuencia de la nueva situación creada por la guerra. La industria pesquera, tan importante en España, sufre de las dificultades del transporte y de la destrucción de una parte de la flota pesquera; la industria de la construcción, que aparentemente debiera haberse desarrollado, carece de materias primas y las dificultades de transporte son insuperables; la flota mercante que apenas contaba con un millón doscientas cincuenta mil toneladas antes de la guerra, reducida a la tercera parte aproximadamente. sobre todo ello una situación financiera de lo más catastrófico. No se puede dejar de concluir, que el Imperio español, es el imperio de la indigencia, la guardia civil, el cura, el generalote y el señorito falangista.
Para Franco, el problema de su sostenimiento está de una manera inmediata en el aprovisionamiento del país y de manera mediata en la reconstitución de los elementos de producción destruídos. La guerra europea ha venido a retrasar y complicar el problema. Antes de la misma, la prensa española y el propio caudillo obeso se permitían un lenguaje altanero contra las ofertas de empréstitos hechas por Inglaterra y Francia. Se confiaba sobre todo en la industria alemana, para reconstituir los elementos de producción a cambio de las materias primas y los productos agrícolas españoles. Algunas industrias catalanas, empezaron a usar fibras sintéticas alemanas, los altos hornos de Bilbao, las minas de carbón, mercurio y manganeso, trabajaban casi exclusivamente para Hitler, pero la guerra europea ha cortado el proceso de absorción y supeditación de la economía española a la alemana que comenzó con la guerra civil. Las dificultades de transporte marítimo, la situación geográfica destructiva de ambos países y el bloqueo inglés, han cambiado la situación. Ya durante la guerra 1914 18 el intercambio comercial entre España y Alemania, se redujo casi a cero, mientras aumentaba vertiginosamente el intercambio con los aliados y los Estados Unidos.
La posición geográfica, adquiere aquí el valor de una razón de estado y, por otra parte, Hitler ha considerado a su aliado peninsular como una cantidad despreciable; prefiere a Stalin.
Esta es la razón de la súbita objetividad de una parte de la prensa española y de la estricta neutralidad que a todos nos ha impuesto el caudillo.
Las tendencias pro Inglaterra y pro Alemania, ya bien distintas antes de que la guerra estallara, han adquirido una virulencia subterránea. La destitución de Queipo de Llano, Yagüe y otros no es más que una insinuación de lo que puede ocurrir si la unificación en torno a la política exterior no llea gara a hacerse. Yagüe y Queipo de Llano, constituyen los abanderados de la política de sujeción al imperialismo anglofrancés. Su destitución, es una concesión a la falange española y a Serrano Sunier; pero la política germanófila de éste, ha perdido terreno y tropieza con las dificultades prácticas ya enumeradas. La Falange Española, constituye un reducto del imperialismo nazi en España y por boca de Serrano Sunier, se explica así sobre los otros: esos tales enemigos de la patria, promete la falange una ofensiva incalculable y cierra contra un sistema político en el que es preciso que no quede punto ni resquicio, ni siquiera para las escaramuzas de descontento que hoy todavía intentan permitirse. dónde llevará esta rivalidad tras la que los imperialismos de uno y otro bando acechan sobre la amistad de la España neutral. estamos lejos de esperar de la política de los servidores españoles de Francia e Inglaterra nada de interés para el proletariado, pero las rivalidades imperialistas, se traducen en la necesidad, incluso para las clases dirigentes del país de resolver los problemas más urgentes. Con Alemania es quimérico pensar en resolverlos. Si Franco, y falange española no se decidieran a cambiar de amo imperialista, es casi cierto que del seno de la propia burguesía, algún general encontraría los apoyos nacionales e internacionales para alzarse contra el caudillo.
104. 105