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CLAVE Tribuna Marxista Tribuna Marxista CLAVE más cruelmente el movimiento socialista en España que Stalin, en aquellos días un arcángel de la democracia pura.
Todo fué puesto en movimiento: una campaña frenética de mentiras y fraudes judiciales, falsificaciones legales con el espíritu de los procesos de Moscú, asesinatos sistemáticos de líderes revolucionarios. La lucha contra la expropiación de la tierra y fábricas por los campesinos y obreros fué conducida, naturalmente, bajo el nombre de la lucha contra el trotskismo.
La guerra civil en España merece atención minuciosa, puesto que en muchos respectos presenta la apariencia de un ensayo de la incipiente guerra mundial. En cualquier caso, Stalin está completamente dispuesto a repetir su función en una escala mundial, y con los mejores éxitos, para comprar la amistad de los futuros vencedores, probando que nadie mejor que él puede frenar el espectro rojo, el cual, por conveniencia terminológica será nuevamente rotulado trotskismo.
Durante cinco años el Kremlin dirigió una campaña en favor de una alianza entre las democracias para vender a Hitler, en el último momento, su amor por la seguridad colectiva y la paz. Los funcionarios de la Komintern recibieron orden: cara a la izquierda. e inmediatamente desenterraron de los archivos viejas fórmulas sobre la revolución socialista. El nuevo zig zag revolucionario probablemente será más corto que el democrático. porque en tiempo de guerra se acelera enormemente el ritmo de los acontecimientos. Pero el método táctico fundamental de Stalin permanece inalterable: él convierte a la Komintern en una amenaza revolucionaria contra los enemigos de mañana para cambiarla en el momento decisivo por una combinación diplomática favorable. No existe la más ligera razón para temer resistencia de los Browders esos tigres están bien domesticados, temerosos del azcte, y acostumbrados a recibir su ración de carne a la hora del alimento.
Por medio de sus corresponsales dóciles, el Kremlin amenaza de que en caso de que Italia o Japón se unan a Inglaterra y Francia, Rusia entrará a la guerra del lado de Hitler esforzándose al mismo tiempo por sovietizar a Alemana (véase, por ejemplo, el despacho de Moscú en el New York Times, del 12 de noviembre. Asombrosa confesión! Por las cadenas de sus conquistas el Kremlin está ya uncido al carro del imperialismo alemán y los posibles enemigos futuros de Hitler llegarán a ser automáticamente enemigos de Stalin.
Stalin cubre resueltamente su probable participación en la guerra del lado del Tercer Reich con la promesa de sovietizar a Alemania. Según el ejemplo de Galitzia. Para efectuar eso sería necesario ocupar Alemania con el ejército rojo. Por medio de una insurrección de los obreros alemanies? Pero si el Kremlin disfruta de esta posibilidad, por qué espera a que Italia y Japón entren en la guerra? El objetivo de la comunicación inspirada es bien claro: espantar por un lado a Italia y Japón, y por el otro a Inglaterra y Francia de este modo escapar de la guerra. No me empujen a los extremos. Stalin amenaza del otro modo cometeré actos terribles. Esto es a fin de cuentas noventa y cinco por ciento de bluff y quizá cinco por ciento de nebulosa esperanza de que en caso de peligro mortal la revolución le traerá la salvación.
La idea de Stalin de sovietizar a Alemania es tan absurda como la esperanza de Chamberlain para la restauración de una monarquía conservadora pacífica. No es posible sub estimar la potencia militar de Alemania o el poder de resistencia del régimen nazi! Solamente una nueva coalición mundial puede aplastar al ejército alemán por medio de una guerra de proporciones desconocidas. El régimen totalitario puede ser aplastado únicamente por un tremendo ataque de parte de los obreros alemanes. Ellos llevarán a cabo su revolución seguramente no para reemplazar a Hitler con un Hohenzollern o Stalin. La victoria de las masas populares sobre la tiranía nazi será una de las más grandes explosiones de la historia del mundo y cambiará inmediatamente la faz de Europa. La ola de despertar, esperanza, entusiasmo, no se detendrá ante las herméticas fronteras de la URSS. Las masas populares de la Unión Soviética aborrecen a la voraz y cruel casta dirigente. Su odio es apagado únicamente 90. 91