Andrés NinBolshevismBourgeoisieCentrismMarxismSocialismSocialist PartyWorkers MovementWorkers PartyWorking Class

CLAVE Tribuna Marxista CLAVE Tribuna Marxista menzaré. He expresado mi sorpresa de ver que el partido de ustedes, después de la experiencia de los últimos años, todavia podía aliarse políticamente con el Independent Labor Party (I. de Inglaterra, con el y otras organizaciones seinejantes en nuestra contra y ello a despecho de una muy reciente experiencia: ayer aun, Pivert se hallaba aliado políticamente con Walcher en contra nuestra. El partido de ustedes es un partido nuevo Pero el existe desde hace decenas de años. El ha atravesado una grandiosa revolución y en ella reveló su fisonomía verdadera La enEL distingue entre la política del menchevismo y la del bolchevismo en la revolución La movilización de la vanguardia contra la reacción y sus abyectos lacayos, inclusive los anarco burócratas, fué reemplazada por los jefes del por homilías cuasirevolucionarias dirigidas a los jefes traidores. justificándose con que las masas no comprenderían una política más resuelta fermedad fatal del centrismo es la de no ser capaz de sacar de sus concepciones generales, valientes conclusiones tácticas y de organización. Temen igualmente romper las habituales relaciones amistosas con los amigos de derecha; respeta las opiniones personales; por eso dirige todos sus golpes contra la izquierda, esforzándose así por elevar su prestigio a los ojos de la opinión pública seria.
Esa es la psicología de Marceau Pivert. No comprende en lo absoluto que un modo implacable de plantear las cuestiones fundamentales y una polémica irreductible contra las vacilaciones sólo son el reflejo ideológico y pedagógico necesario, del carácter implacable y cruel de la lucha de clases en nuestro tiempo. Al él le parece que eso es sectarismo falta de respeto para la personalidad ajena, etc. es decir, se mantiene completamente en el plano de la moralización pequeño burguesa. Son esas divergencias serias. Sí No puedo imaginar divergencias más serias en el seno del movimiento obrero. Con Blum y compañía no son divergencias las que tenemos: estamos sencillamente en lados distintos de la barricada.
Marceau Pivert. explica la derrota del proletariado español por la mala conducta del imperialismo francés y británico y de la pandilla bonapartista del Kremlin. Eso es igual a decir sencillamente que siempre y por doquier es imposible una revolución victoriosa. No podemos ni esperar ni pedir un movimiento de mayor amplitud, de mayor resistencia, de mayor heroísmo de parte de los obreros que el que hemos podido observar en España. Los demócratas imperialistas y los canallas mercenarios de la II y de la III internacionales siempre se conducirán como se condujeron frente a la revolución española. Criminal es aquel que en lugar de analizar la política de quiebra de los partidos revolucionarios o cuasi revolucionarios, invoca la ignominia de la burguesía y de sus lacayos Por sus fórmulas generales izquierdistas los jefes del U. produjeron la ilusión de que existía en España un 23 El jefe de este partido, Maxton, dió las gracias a Chamberlain después de los acuerdos de Munich y declaró a la humanidad asombrada que con su política, Chamberlain había salvado la paz. Sí, sí. La paz! Que él, Maxton, conocía bien a Chamberlain y que él aseguraba que Chamberlain sinceramente había combatido la guerra y sinceramente había salvado la paz, etc. etc. Este solo ejemplo da una característica definitiva y, además, suficientemente aplastante de Maxton y de su partido. El proletariado revolucionario rechaza lo mismo la paz de Chamberlain que su guerra. La paz de Chamberlain es la continuación de las violencias contra la India y otras colonias y la preparación de la guerra en condiciones más favorables para los esclavistas británicos. Tomar sobre si la menor sombra de responsabilidad por la política de paz de Chamberlain, es algo imposible para un socialista, para un revolucionario, y solo podrá hacerlo un lacayo pacifista del imperialismo. El partido que tolera a un jefe como Maxton y actos como su solidaridad pública con el exclavista Chamberlain no es un partido socialista sino una miserable pandilla pacifista.
El Desde el principio de la revolución española estuve en muy estrecha relación con cierto número de militantes, en particular con Andrés Nin. Nin, honrado y entregado a la causa, no era un marxista, sino un centrista, en el mejor caso, un Martoy español, es decir, un menchevique de izquierda. Pivert no 22