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Tribuna Marxista CLAVE CLAVE Tribuna Marxista litar existe la desigualdad, plenamente explicable e inevitable en ciertos casos, pero en los otros, de ninguna manera provocada por la necesidad, es desmedida, a veces directamente criminal.
La conclusión de la orden decía: Sin fijarse la tarea irrealizable de abolir inmediatamente todos los privilegios en el ejército, esforzarse sistemáticamente para que estos privilegios sean reducidos realmente al mínimum necesario. Abolir en el menor plazo posible todos los privilegios que no se desprendan de las necesidades militares y ultrajen inevitablemente el sentimiento de igualdad y de camaraderia entre los soldados rojos. Tal era la linea fundamental del poder soviético en aquel periodo. Actualmente la política sigue una dirección absolutamente opuesta. Pero puesto que la casta dirigente, militar y civil, crece y se refuerza eso indica que la sociedad se separa del ideal socialista y de ninguna manera se acerca a él, independientemente de la cuestión a saber quien es el más culpable: si los imperialistas exteriores o los bonapartistas interiores No ocurre diferentemente con el espionaje, en el cual Stalin ve la quinta esencia del estado. El espionaje es necesario, proclama en un Congreso en el que sin duda alguna los agentes de la constituyen la mayoría, para hacer desaparecer y castigar a los espías, a los asesinos, a los saboteadores enviados a nuestro país por el espionaje extranjero. Nadie, seguramente, podrá negar la necesidad del espionaje contra los manejos del imperialismo. Pero, toda la cuestión consiste en saber que lugar ocupan los órganos de este espionaje con respecto a los propios ciudadanos soviéticos. Una sociedad sin clases no puede dejar de estar unida por una solidaridad interna. De esta solidaridad, el famoso monolitismo. Stalin habla más de una vez en su informe. Pero, los espías, los saboteadores, tienen necesidad de encontrar una covertura, de estar rodeados de un medio de simpatía Mientras mayor es la solidaridad de la sociedad y mayor su fide lidad al régimen existente, mucho menos facilidades tienen los elementos anti sociales. Cómo explicar entonces que en la URSS, si se creé a Stalin, se consumen a cada paso crímenes que no encuentran comparación en la sociedad burguesa en podredumbre?
No es solamente suficiente la mala voluntad de los estados imperialistas! La acción de los microbios está determinada no tanto por su virulencia sino por la fuerza de resistencia del organismo vivo. Por consiguiente. cómo en una sociedad socialista mo 14 nolitica los imperialistas pueden encontrar una cantidad infinita de agentes, además en los puestos más destacados? dicho de otra manera. cómo los espías y los saboteadores pueden ocupar en la sociedad socialista puestos de miembros y aun de jefes de gobierno miembros del Buró Político y de jefes, de los más responsables en el ejército? En fin, sí la sociedad socialista está privada a tal grado de elasticidad interior, salvarla por medio de un espionaje omnipotente, universal y totalitario parece ser un medio muy precario sí a la cabeza del propio espionaje se encuentran canallas a los que es necesario fusilar como a Yagoda o a los cuales es necesario arrojar inoblemente como a Yeshov. En quien se puede confiar. En Beria? También le llegará su hora.
En realidad como se sabe, la nunca extermina a los espías y a los agentes imperialistas, sino a los adversarios políticos de la pandilla dirigente. Stalin ensaya simplemente de elevar su felonía a una altura teórica. Cuáles son, entonces, las causas que obligan a la burocracia soviética a enmascarar sus verdaderos objetivos y a llamar a sus adversrios revolucionarios espías extranjeros? El asedio imperialista no explica estas felonías Las causas deben ser de orden interior, es decir, deben desprenderse de la estructura de la sociedad soviética misma.
Propangámonos encontrar en el propio Stalin las indicaciones suplementarias. En lugar de una función de presión. dice, sin ninguna relación con todo el resto, ha nacido en el estado una función de mantenimiento de la propiedad socialista contra los ladrones y dilapiladores de la riqueza nacional. Se evidencia y así, que el estado existe, no solamente contra los espías extranjeros, sino también contra estos mismos ladrones y que, por otra parte, el papel de estos ladrones es tan importante que justifica la existencia de la dictadura totalitaria y aun da base para fundar una nueva filosofia del estado. Es perfectamente claro que si unas gentes roban o otras, en la sociedad reina todavía una necesidad cruel y una viva desigualdad que empujan al robo. Nosotros abordamos aquí más de cerca el fondo de las cosas. La desigualdad social y la necesidad son factores históricos muy serios que, por sí solos, explican francamente la existencia del estado.
La desigualdad necesita siempre una salvaguarda; los privilegios exigen una defensa; los atentados de los desheredados de la propiedad exigen un castigo: en esto reside, precisamente, la función histórica del estado. 15