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CLAVE Tribuna Marxista Tribuna Marxista CLAVE La Bancarrota del Frente Popular Francés (Impresiones de París)
La idea de que la suerte de Europa se decide ahora en Francia no es seguramente una fórmula sin sentido. En la misma Francia se siente que una gran decisión histórica se acerca por días y horas. Ni quienes se interesan por los asuntos políticos, ni quienes hacen omisión absoluta de ellos, pero que tienen las miradaj dirigidas hacia el pueblo francés, pueden arrancarse la impresión de que la población de Francia se halla en una expectante tensión. Desde hace inucho tiempo esta cuestión se ha vuelto un fenómeno permanente; variablemente se debilita y se agudiza y cada debilitamiento parece al otro día como una ilusión.
El fenómeno que en la política y la vida diaria francesas atrae la atención especial es el fiasco del Frente Popular. Naturalmente que si uno fuera a hacer caso de los discursos de Leon Blum, Thorez y Cachin, el Frente Popular parecería hoy más fuerte que nunca. Pero precisamente el hecho de que estos líderes recurran actualmente a estas mentiras sobre su propia debilidad, demuestra claramente cuán miserable es la realidad: como defensa y para consuelo de las masas desilusionadas, el Frente Popular no encuentra más que mentiras.
Es posible que las mentiras acerca de un Frente Popular no roto. de los miembros de los partidos stalinistas y socialdemócratas que están ligados estrechamente con sus partidos y tieren confianza en la burocracia, puedan todavía despertar nuevas esperanzas e ilusiones. Pero el fin es seguro: las organizaciones obreras que engañan a las masas están condenadas a la derrota y sólo preparan una nueva catástrofe para la clase obrera.
Las masas populares no están influenciadas por Blum, Thorez y Cachin, o si se quiere hablar de influencia. ésta es en sentido negativo. Para las masas, la experiencia del Frente Popular no se basa en los discursos embusteros y en los editoriales, sino en los resultados prácticos de su política, desde Blum a Daladier.
Estos resultados prácticos se refieren a la vida de las masas; En primer lugar se refieren al standard de vida y al desarrollo de 40 los salarios y los precios. El alza en los salarios en el año 36, obtenida por la ocupación de las fábricas y erróneamente atribuída el Gobierno del Frente Popular, se volvió ilusoria. La subida de los precios fué más rápida que el alza de los salarios. Esta subida se refiere sin excepción casi a los artículos de la vida diaria: pan, vino, carne, legumbres, textiles, tarifas en los transportes, renta, etc. El descontento que domina a la población por este incremento en los precios, es muy fuerte. La y el Frente Popular son impotentes para hacer algo contra esta situación. No emprenden ningún camino para llevar la regulación de los precios bajo el control obrero. Pero por esta pasividad el Frente Popular aparece como participante responsable (si no es que como el único responsable) en este incremento de la vida.
Un golpe extraordinariamente fuerte sufrió el Frente Popular durante la crisis de Septiembre del 38, cuando se esperaba la guerra mundial por horas. Mientras las masas populares francesas odiaban la guerra y no existía ningún entusiasmo por ella, los líderes del Frente Popular eran los primeros en declararse por los actos bélicos. En primer lugar estaban los stalinistas, cuya propaganda chauvinista no conoció limites. La prensa burguesa reaccionaria halló fácil el burlarse del social chauvinismo de la burocracia stalinista y llamar la atención contra la preparación bélica. los ojos de las masas el Frente Popular se desacreditaba por esta preparación. Los sentimientos del pueblo francés, que durante la crisis de Septiembre se dirigían contra la guerra, expresan sin duda su desconfianza en el Frente Popular. Las masas se sentían abandonadas por las grandes organizaciones obieras; se demostró claramente en los días de Septiembre que ellas se encontraban sin guía y que se daban cuenta de este hecho, en parte claramente y en parte instintivamente. En calles y plazas, y particularmente en las estaciones de ferrocarril, la gente discutía vivamente en grupos, pero en ningún caso se notaba entusiasmo por la guerra. no mencionando algunas muy raras excepcionesMuy a menudo se criticaba el Tratado de Versalles y se acentuaba la solidaridad con el oprimido pueblo alemán que deseaba la guerra tan poco como el pueblo francés y que era también empujado a ella. Casi cada paso en las calles era un testimonio del fuerte odio del pueblo para la guerra. Las partes importantes de los reservistas llegaron con retraso a sus puestos. Esto no sólo sucedía en Francia, también en Alemania ocurrieron he41