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Tribuna Marxista CLAVE Tribuna Marxista CLAVE Actividades de la FIARI Uno de los hechos más desoladores de nuestra época, tan llena de desolación, es el rebajamiento general que sufre la actividad intelectual, libre, en todos los, países, así estén colocados en la extrema derecha del fascismo, en el justo medio de la democracia o en el régimen incalificable de la stalinocracia. El arte y la ciencia sufren, igualmente, las acometidas de un Estado cada vez más absorbente, más brutal y así vemos cómo se inventan científicas teorías raciales en la Alemania nazi, o se proclama un ramplón realismo socialista en la sostenido por todas las leares del mundo, y que trata de imponer a la literatura a la pintura, etc. cánones gastados, de hace 40 años, con la única novedad de la alabanza desvergonzada a los amados jefes.
En esta atmósfera enrarecida, los intelectuales revolucionarios, los que sienten la necesidad de una libertad de expresión absoluta, como condición indispensable para forjar, desde ahora, una corriente cultural de acuerdo con las necesidades más profundas del hombre y que permita a éste realizar, sin coerción externa alguna, sus anhelos superiores más valiosos, de una corrien te cultural revolucionaria, en una palabra, chocan contra los innumerables escollos que la sociedad moderna les pone en su ca mino; y este choque es de una violencia de la que pocos ejemplos podremos encontrar, aun en las épocas más intolerantes de la historia. La sociedad burguesa, y no hay que hacer distinciones, o en todo caso hay que hacer una de matices, no de principios, entre democracia y fascismo, tiene en sus manos todos los órganos de difusión necesarios para dar a conocer las creaciones de la ciencia o del arte. En los países burgueses, la prensa, el cine, las editoriales, las tiendas de pintura, no dejarán de recordar, al que a ellos acuda, que no hay que salirse de cierto timite, más allá del cual todo ataque a las instituciones será intolerable. Esto, cuando el Estado no toma a su propio cargo esta labor policíaca para defender hasta en los últimos reductos a un régimen en plena putrefacción.
Esta situación del intelectual en los países burgueses, se hace tanto más grave cuanto que no cuenta con ningún apoyo para luchar por la liberación del pensamiento: dirigirse, como muchos lo hicieran, a la en busca de ayuda, sólo ha sig20 nificado cambiar de librea y de consigna. Se deja de complacer a un amo, para adular a otro. la además, con la rigidez y la mezquindad de sus consignas ha producido un sentimiento de repulsión entre los que no buscan un medro personal que, para otros, justifica las peores abyecciones, a menos que. y conocemos casos. su abyección sea completamente desinteresada. La voz dispersa de muchos miles de intelectuales, trata en vano de hacerse oir, en medio de un mundo que rechaza todo impulso hacia la conquista de la independencia, de la dignidad y del libre empleo del pensamiento, pero es acallada por los partidos, por los gobiernos, por los lacayos de todas clases. Es necesario reunir estas voluntades en un haz, lo suficientemente vigoreso y nutrido para hacer frente, con probabilidades de éxito, a los enemigos de la cultura que han sentado sus reales en las ruinas de la vieja civilización capitalista.
Permanecer aislado significa condenarse a muerte. Nadie, por grande que sea su prestigio y su valer, puede luchar contra las fuerzas abrumadoras que se le oponen en nuestros días. Ya hemos visto que el renombre de un Thomas Mann, de un Einstein. no los han librado del destierro. En otras latitudes, la fama de Bujarín no lo salvó de la muerte, así como el enorme prestigio de Lenin no ha impedido que su Testamento esté en el Index ni que sus obras sean mutiladas o falseadas.
Esta necesidad, inaplazable para todo intelectual que desee defender sus derechos, de un organismo que agrupe a todos los espíritus independientes que no están dispuestos a alienar sus derechos más vitales, ha sido la determinante de la fundación de la Federación Internacional del Arte Revolucionario Independiente) que trata de llenar ese hueco en la forma más satisfactoria y más adecuada para nuestras necesidades.
Surgida de un Manifiesto firmado por dos de las personalidades artísticas más importantes de nuestros días, que también son dos revolucionarios verdaderos. André Breton y Diego Rivera, la FIARI ha comenzado a trabajar en la consecución de sus fines.
En Francia, se publica ya, un boletín de la Organización, Cle. que en su primer número (enero de 1939) incluve firmas y adhesiones de escritores conoridos, entre los que podemos citar la del poeta holandés Jef Last. Ignacio Silone. Jean Giono. combatiente de la Brigada Iternacional en España, que da su ad21