CLAVE Tribuna Marxista Tribuna Marxista CLAVE Manuel Grandizo en Libertad Manuel Fernández Grandizo (Muniz) revolucionario mexicano; líder de los bolcheviques leninistas españoles, que estaba en la cárcel de Barcelona, esperando el juicio, preparado por los stalinistas con falsas acusaciones, logró escaparse de la ciudad de Barcelona poco antes de la entrada del ejército fascista. La suerte de Adolfo Carlini, otro camarada bolchevique leninista que esperaba ser juzgado junto con Grandizo es desconocida; se teme que le haya pasado lo peor durante la evacuación de la ciudad.
Podemos informar también que todos los líderes del que estaban cumpliendo sus condenas después del juicio de farsa, fueron libertados a tiempo y lograron escaparse.
Enviamos nuestro caluroso saludo a estos camaradas, que estarán otra vez en la posibilidad de luchar por la revolución socialista.
DI del proletariado y de los pueblos oprimidos. El héroe aislado no puede reemplazar a la masa. Pero comprendemos claramente lo inevitable de tales actos convulsivos de desesperación y venganza. Toda nuestra simpatía está de parte de los vengadores devotos, a pesar de que no hayan sabido encontrar el camino justo. Nuestra simpatía es tanto más ardiente cuanto que en la persona de Grynszpan no tenemos un militante político, sino un joven inexperto, casi un chiquillo, cuyo único consejero fué el sentimiento sublevado. Arrancario de manos de la justicia capitalista, que es capaz de cortar la cabeza de Grynszpan, en inte rés de la diplomacia capitalista, tal es la primera labor urgente del proletariado internacional!
Tanto más repugnante en su estupidez policíaca, en su ba.
jeza indecible, es la campaña contra Grynszpan, desplegada por la prensa stalinista internacional, bajo órdenes del Kremlin. Se ha tratado de presentarlo como un agente de los nazis o de los trotskistas que están aliados a los nazis. Poniendo en el mismo saco al provocador y a su víctima, los stalinistas imputaron a Grynszpan la intención de crear un pretexto favorable a las me.
didas progromistas de Hitler. Qué decir de estos periodistas mercenarios que han perdido, desde hace largo tiempo, los res.
tos de pudor? Desde que existe el movimiento socialista la burguesía siempre y en todas partes, ha atribuído todas las mani.
festaciones agudas de rebelión y, en particular, las actos terroristas, a la influencia corruptora de las ideas marxistas. Los stalinistas, también en este dominio han heredado la tradición más sucia de la reacción. La Cuarta Internacional puede sentirse orgullosa de que la canalla reaccionaria, incluso los stalinistas, acostumbren a relacionar todo acto audaz de protesta, toda explosión de descontento, todo golpe contra los verdugos, con la Cuarta Internacional. Así sucedía en su tiempo, con la Internacional de Marx. Una declarada solidaridad moral nos une, claro está, a Grynszpan, y no a sus carceleros democráticos ni a sus calumniadores stalinistas que necesitan el cadáver de Grynszpan para apoyar, aunque parcial, aunque indirectamente los veredictos de la justicia de Moscú. Al mismo tiempo la diplomacia del Kremlin, corrompida hasta la médula de los huesos, trata de utilizar este caso feliz para renovar sus tentativas a propósito de un acuerdo internacional con los gobiernos, comprendidos el de Hitler y el de Mussolini, a base de la entrega reciproca de los terroristas. Atención, maestro en falsificaciones! Basándose en. Con Grynszpan, Contra los Fascistas y Stalinistas Que la política de los bandoleros fascistas es una provoca.
ción continua, y parcialmente intencional, a actos terroristas, es claro para cualquiera que esté familiarizado, por poco que sea, con la historia política. Es más bien asombroso que hasta ahora sólo se haya encontrado a Grynszpan. Es imposible dudar que el número de actos semejantes aumentará. Nosotros, los marxistas, consideramos la táctica del terror individual como inepta desde el punto de vista de las tareas de la lucha emancipadora.