CominternCommunismDemocracyEngelsMarxMarxismSocial DemocracySovietStalinismTrotskyismURSSVoroshílov

CLAVE CLAVE Tribuna Marxista Tribuna Marxista Este moderno palimpsesto mostrará decisivamente a las generaciones futuras el destino del arte, degradado en una sociedad burguesa podrida.
Sin embargo, la situación no es mejor en el país de la revolución de Octubre. primera vista, parece increíble que no haya lugar para el arte de Diego Rivera, ni en Moscú, ni en Leningrado, ni en cualquiera otra parte de la URSS, donde la burocracia nacida de la revolución está erigiendo grandiosos palacios y monumentos para sí misma. Pero. cómo podría tolerar en su reino la pandilla del Kremlin a un artista que no pinta ni iconos representando al líder ni retratos tamaño natural del caballo de Voroshilov? El cierre de las puertas del soviet a Rivera marcará para siempre con vergüenza imborrable a la dicta dura totalitaria. Durará mucho tiempo más el estrangulamiento, el hollar y el enlodar toda cosa de la que dependa el futuro de la humanidad? Indicios de confianza responden que no. El vergon zoso y lamentable colapso de la cobarde y reaccionaria política de los frentes populares en España y Francia, por una parte, y las intrigas judiciales de Moscú por la otra, pronostican la aproximación de un punto de viraje fundamental, no sólo en el campo político, sino también en el campo más amplio de la ideologia revolucionaria. Aún los infortunados amigos pero naturalmente no la canalla intelectual y moral de The New Republic y The Nation. comienzan a cansarse del yugo y del lá.
tigo. Arte, cultura y política necesitan una nueva perspectiva.
Sin ella, la humanidad no se desarrollará. Pero nunca ha sido tan amenazador y catastrófico el panorama como ahora. Esta es la razón por la cual el pánico es el estado dominante en la men te de la extraviada intelligentsia. Los que oponen un escepticismo irresponsable al yugo de Moscú, no inclinarán mucho la balanza de la historia. El escepticismo sólo es otra forma, y no la mejor, de la desmoralización. Detrás del hecho, tan popular ahora, de quedarse imparcialmente a un lado, tanto de la burocracia stalinista como de sus adversarios revolucionarios, nueve veces sobre diez, está oculta una miserable postración frente a las dificultades y peligros de la historia. Sin embargo, los subterfugios verbales y las pequeñas maniobras de nada servirán. nadie le será concedido perdón ni respiro. Frente a un período de guerras y revolucio40 nes que se presenta próximo, todo mundo habrá de dar una res puesta: filósofos, poetas, pintores, lo mismo que simples mortales.
En el número de junio de vuestra revista, encontré una cu riosa carta del editor de una publicación de Chicago, desco nocido para mí. Expresando (espero que por error) su simpa tía por vuestra publicación, escriba: Sin embargo. yo no veo esperanzas en los trotskistas u otros fragmentos anémicos que no tienen base de masa. Estas arrogantes palabras dicen más sobre el autor que lo que él quizá quiso decir. Muestran, por encima de todo, que las leyes del desarrollo de la humanidad han permanecido para él como un libro sellado. Ninguna idea pro gresiva ha comenzado con una base de masa. de otra manera no habría sido una idea progresiva. Unicamente en su última etapa la idea encuentra sus masas, por supuesto si res ponde a las necesidades del progreso. Todos los grandes movi mientos han comenzado como fragmentos de los movimien tos anteriores. En sus comienzos, el cristianismo fué solamente un fragmento del judaísmo, el protestantismo, un frag mento del catolicismo, esto es, del cristianismo decadente. El grupo de Marx y Engels vino a la vida como fragmento de la izquierda hegeliana. La Internacional Comunista germinó durante la guerra, de los fragmentos de la social democracia internacional. Si estos pioneros se consideraron capaces de crear se una base de masa, fué precisamente porque no tuvieron mie: do al aislamiento. Conocían de antemano que la calidad de sus ideas sería transformada en cantidad. Estos fragmentos no sufrieron anemia; al contrario, llevaban dentro de sí los gérmenes de los grandes movimientos históricos del mañana.
Del mismo modo para repetir un movimiento progresivo ocurre en arte. Cuando una tendencia artistica ha agotado sus recursos creadores, los fragmentos creadores capaces de ver el mundo con nuevos ojos, se separan de ella. Los más osados, los pio neros muestran sus ideas y acciones, en el mayor rigor con que se oponen a la autoridad establecida, que descansa sobre una ba de masa conservadora: las almas más convencionales, los es cépticos, y los snobs se inclinan a ver en los pioneros, exren tricos impotentes o fragmentos anémicos. Pero en último análisis son las almas convencionales, los escépticos y los snobs los que están equivocados. y la vida pasa por encima de ellos 41