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Tribuna Marxista CLAVE CLAVE Tribuna Marxista co. Los que repiten ahora, después de la caída de Barcelona, que los trotkistas predican la división de la España republicana, demuestran, con eso mismo, que son agentes de los propietarios territoriales, de los capitalistas, de los banqueros y del clero españoles. Esto solo es suficiente para obligarnos a decir abierta mente a los obreros peruanos. No creáis a los individuos del género de Vegas León; son pequeño burgueses conservadores que no comprenden la lógica de la lucha de clases y, en consecuencia son absolutamente incapaces de guiaros en vuestra lucha por la emancipación nacional y social; no pueden aportaros más que de rrotas!
Pensamos que lo que se ha dicho basta. Las injurias y las insinuaciones de Vegas León no son argumentos. La impudicia no disculpa a la ignorancia. la ignorancia no es un instrumen to de la revolución.
CLAVE La Conferencia de Lima Nunca como ahora, la política norteamericana había ofrecido un aspecto más claro de preludio de guerra. De guerra er el más amplio sentido de la palabra: pugna interimperialista por el dominio económico y político del globo, lo mismo en el terreno de la preparación bélica (bases navales, terrestres y aéreas, ar mamentos, ejércitos metropolitanos y coloniales) que en el del comercio mundial y las zonas de influencia. Una vez más comprobamos así que la guerra sólo es la prolongación de la política con medios distintos; ahora, sobre todo, que ésta anuncia momento a momento que en donde terminen las conferencias y las notas diplomáticas, las visitas ilustres y las campañas de propaganda envenenada, ahí habrán de hablar los cañones y las ametralladoras, como argumentos diferentes, pero de idéntico propósito.
Si Versalles puede ser considerado como la culminación triunfante del viejo imperialismo demócrata en su lucha por conservar la hegemonia mundial, es preciso reconocer que Munich pasará a la historia como el signo inequívoco de que un nuevo período de luchas decisivas se ha abierto por el reparto del mundo entre los grandes imperialistas. Nada de lo que les dió Ver salles pueden tener como adquirido los imperialistas franco anglo22 americanos. si los demócratas de allende el Atlántico han comprobado plenamente esta verdad en el Mar Rojo, en el Mediterráneo, en China, en Checoeslovaquia; los de este lado, no pueden menos que verse en el espejo europeo, máxime cuando los sintomas políticos en uno y otro hemisferio hacen prever una ampliación cada vez mayor de los llamados conflictos localizados hacia una escala mundial, en la que el imperialismo yanqui tendrá que jugar también su carta.
El buen vecino pudo durar mientras la tarea de Roosevelt sagrada defensora de la democracia, y fuera, en conseguir la confianza de los ex antimperialistas latinoamericanos, haciéndolos cambiar de bandera con el pretexto de adoptar la del antifascismo, o lo que es lo mismo, en construir también una especie de unión sagrada panamericana de oposición a la amenaza fascista.
Conseguidos semejantes fines, el próximo paso lógico de su politica tenía que ser la utilización de ese bloque en la lucha contra tos imperialismos rivales, lo mismo demócratas que fascistas. es en ello que se encuentra actualmente empeñada la burguesía norteamericana, bajo la dirección de Roosevelt.
La Conferencia de Lima marcó oficial e internacionalmente la entrada resuelta de Wall Street en la palestra mundial de la hucha bélica interimperialista que se aproxima. En ella pretendió 2sestar a los fascistas un golpe que, por lo pronto, se quedó en amenaza. Ese golpe, además, sólo habría balanceado imparcialmente el que acaba de asestar al imperialismo democrático de la City, por medio de los tratados comerciales consentidos por Inglaterra y el Canadá y gracias a los cuales, los Estados Unidos tienen ya acceso privilegiado a la estructura económica del Imperio y participación importante en el control del 60 del, comercio mundial, manejado ahora por manos anglo americanas.
Desgraciadamente para Roosevelt, la Gran Bretaña movilizó en contrataque su brigada argentina y se vengó en parte de la reciente derrota, convirtiendo la alianza panamericana de la democracia, en la Declaración de Lima La conferencia tuvo dos escenarios: la sala de sesiones y los pasillos de los hoteles limeños. En aquélla, se habló de vagas libertades, derechos y solidaridades continentales; se concertaron convenios anodinos y se hizo gala de propósitos hipócritas, como consistió, dentro de su país, en constituir a su rededor la unión de costumbre. Entre bambalinas, la actividad fue enteramente 23