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CLAVE Tribuna Marxisia CLAVE Tribuna Marxista La y los Problemas de la Epoca de Transición.
un La Unión Soviética emergió de la Revolución de Octubre como Estado obrero, los medios de producción en poder del Estado, requisito indispensable para el desarrollo socialista, crearon la posibilidad de un rápido crecimiento de las fuerzas productivas. Pero el aparato del estado obrero sufrió simultáneamente una completa degeneración: fué transformado de arma de la clase obrera en arma de violencia burocrática en lucha contra la clase obrera y cada vez se transforma más en instrumento de sabotaje burocrático de la economía del país. La burocratización de un Estado obrero atrasado y aislado y la transformación de la burocracia en una casta todopoderosa y privilegiada, es la refutación más convincente, no sólo teóricamente, sino, hoy día, prácticamente de la teoría del socialismo en un sólo país.
Así que la presenta terribles contradicciones.
Pero es todavía un estado obrero degenerado. Tal es el diagnóstico social. El pronóstico político es de carácter alternativo: o la burocracia, convirtiéndose cada vez más en órgano de la burguesía mundial dentro del estado obrero, derrumba las nuevas formas de propiedad y lanza al país otra vez al régimen capitalista o la clase obrera aplasta a la burocracia y abre el camino del socialismo. las secciones de la Cuarta Internacional, los juicios de Moscú, no les sorprenden ni los consideran como resultado de arrebatos de locura personal del dictador del Kremlin, sino como los hijos legítimos del Termidor. Surgieron de conflictos insufribles entre la misma burocracia, los que a su vez reflejan las contradicciones entre la burocracia y el pueblo, así como la agudización de los antagonismos entre el mismo pueblo. La naturaleza sangrienta y fantástica de los juicios indica el grado de intensidad de las contradicciones y predice la preximidad del desenlace.
Las declaraciones públicas de ex representantes del Kremlin en el extranjero, que han rehusado regresar a Moscú, confirman irrefutablemente, a su manera, que en la burocracia se encuentran todas las clases de matices del pensamiento político: del legítimo bolchevismo (Ignacio Reiss) al completo fascismo (F. Butenko. Sólo una pequeña minoría de los elementos revolucionarios de la burocracia reflejan, pasivamente, es verdad, los intereses socialistas del proletariado. Los elementos contrarevolucionarios fascistas, progresando ininterrupidamente, expre52 san con una consecuencia cada vez mayor los intereses del imperialismo mundial. Estos candidatos para el papel de compradores. consideran, no sin razón, que la nueva capa social gobernante, sólo puede asegurar su posición privilegiada rehusando la nacionalización, colectivización y el monopolio del comercio con el extranjsro, en nombre de la asimilación de la civilización occidental. es decir, el capitalismo. Entre estos dos polos, hay tendencias intermedias, difusas, liberales del tipo menchevique que gravitan hacia la democracia burguesa.
En las mismas filas de la llamada sociedad sin clases. existen sin duda grupos exactamente similares a los de la burocracia, sólo que expresados con menos claridad y en proporción inversa. tendencias capitalistas conscientes, que se expresan más evidentemente en las capas más prósperas de los Koljoses que representan solamente una pequeña minoría de la población. Pero esta capa tiene por sí misma una amplia base para las tendencias pequeño burguesas de acumular riqueza personal a costa de la miseria general y son inspiradas conscientemente por la burocracia. la cabeza de este sistema de crecientes antagonismos que ponen cada vez en mayor peligro el equilibrio social, se aferra con métodos terroristas la oligarquía termidoriana, reducida hoy principalmente a la camarilla bonapartista de Stalin. Los últimos juicios falsificados fueron explicados como un golpe contra la izquierda. Esto también es verdad con relación a la purga de los líderes de la Oposición de Derecha, pues el grupo de derecha del viejo Partido Bolchevique, visto desde el punto de vista de los intereses y tendencias de la burocracia representa un peligro de izquierda. El hecho de que la camarilla bonapartista, asímismo temerosa de sus aliados de derecha del tipo Butenko, se vea obligada para su propia conservación a ejecutar a la generación de los viejos bolcheviques casi hasta el último hombre, atestigua indiscutiblemente la vitalidad de las tradiciones revolucionarios entre las masas, así como el creciente descontento de éstas.
El Trotskismo en la Los pequeños burgueses demócratas de occidente, que simplemente ayer dieron crédito a los juicios de Moscú, hoy repiten insistentemente que en la no existen ni el trotskismo ni los trotskistas. Dejan de explicar, no obstante, por qué todos los juicios son conducidos precisamente bajo la bandera de lucha. 53