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CLAVE Tribuna Marxista Tribuna Marxista CLAVE KARI KAUTSKY but basrastering is as waiting aus de la SCT DE xabar Por LEON TROTSKY.
Kautsky deja indudablemente numerosos trabajos de valor en el campo de la teoría marxista, la que aplicó con éxito en los dominios más diversos. Su pensamiento analítico se distinguía por una fuerza excepcional. Pero no era la inteligencia creadora universal de Marx, de Engels o de Lenin: Kautsky fué toda su vida, en el fondo, un comentador talentoso. Su carácter así como sui pensamiento carecieron de la audacia y del vuelo sin los cuales la política revolucionaria es imposible. Desde el primer disparo de cañón ocupó una posición pacifista más definida, llegando en seguida a ser uno de los jefes del Partido Social Demócrata Independiente, que trató de crear una Internacional 21 2, después, con los desechos del Partido Independiente se cobijó bajo el ala de la social democracia. Kautsky no comprendió en absoluto la Revolución de Octubre, tuvo ante ella la angustia de un pequeño turgués culto y le consagró no pocos trabajos impregnados de un espíritu de hostilidad encarnizada. Sus obras en el último cuarto de siglo se caracterizaron por un completo decaimiento teórico y político.
El hundimiento de la social democracia alemana y austriaca fué también el hundimiento de todas las concepciones reformistas de Kautsky. En verdad continuó aún afirmando en sus últimos tiempos que confiaba en un porvenir mejor, en una regene iación de la democracia, etc. este optimismo pasivo no era sino la inercia de una larga vida laboriosa y, a su manera, honesta.
pero no contenía ninguna perspectiva independiente. Nosotros DOS acordamos de Kautsky como nuestro antiguo maestro, a quien en su tiempo nosotros debimos mucho, pero quien se separó de la revolución proletaria y de quien, en consecuencia, nosotros debimos separarnos.
La muerte de Karl Kaustsky ha pasado casi desapercibida. la joven generación este nombre dice relativamente poco. Sin embargo, en un tiempo fué Kautsky, en el verdadero sentido de la palabra, el maestro que enseñaba a la vanguardia proletaria internacional. Es cierto que su influencia en los países anglo saJones, parcialmente también en Francia, fué menos considerable, pero esto se explicaba por la débil influencia del marxismo en general en tales países. En cambio, en Alemania, en Austria, en Rusia, y en los otros países eslavos, Kaustky llegó a ser una autoridad marxista indiscutible. Las tentativas de la historiografía actual de la Comintern para presentar las cosas como si Lenin, casi en su juventud hubiera visto en Kaustky un oportunista al cual había declarado la guerra, son radicalmente falsas. Casi hasta la iniciación de la guerra mundial, Lenin consideraba a Kautsky como el verdadero continuador de la causa de Marx y Engels. full Esta aberración se explicaba por el carácter de la época, que fue una era de desarrollo capitalista, de democracia, de adaptación del proletariado. El aspecto revolucionario del marxismo se había cambiado en una perspectiva indefinida, y en el mejor de los casos, lejana. La lucha por las reformas y la propaganda estaba a la orden del día. Kautsky se ocupaba de comentar y justificar la política de reforma desde el punto de vista de la perspectiva revolucionaria. Naturalmente, con el cambio de las conDiciones objetivas Kautsky quería armar al partido de otros métodos. Pero no fué así. La aparición de una época de grandes crisis y de grandes agitaciones reveló el carácter fundamental mente reformista de la social democracia y de su teórico Kautsky Lenin rompió resueltamente con Kautsky al comienzo de la guerra. Después de la Revolución de Octubre publicó un libro implacable contra el renegado Kautsky. Con relación al marxismo, Kautsky desde el principio de la guerra se condujo como un evidente renegado. Pero con relación a él mismo, no fué un renegado con su pasado, por así decirlo, sino a medias: cuando los probleras de la lucha de clases se plantearon en toda su crudeza, Kautsky se encontró obligado a sacar las últimas conclusiones de su oportunismo orgánico. 42 a Coyoacán, de noviembre de 1938.
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