BourgeoisieCapitalismFascismMarxismWorking Class

CLAVE Tribuna Marxista Tribuna MarxistaCLAVE más numerosos, especialmente en Cuba, pero el noventa y cinco por ciento de ellos, dependiente directamente del capitalismo imperialista yankee.
19. Por otra parte, la sub burguesía y pequeñas burguesías de toda la América Latina no pueden tener realidades nacionalistas y anti imperialistas yankees, inglesas u otras, más que hasta el límite en que ese anti imperialismo y nacionalismo, llegando más allá de la demagogia amenaza sus inteseres de clase; es decir, la estructura capitalista de las sociedades nacionales enteramente ligadas y dependientes del mismo imperialismo. En consecuencia. puede esperarse de parte de esas sub burguesías y pequeñas burguesías, aún mezcladas en Frentes Populares o partidos hermafroditas como el APRA, la Joven Cuba, el Partido Nacionalista Portorriqueño o el Partido Nacional Revolucionario de México, cualquier capacidad para cumplir tareas progresivas revolucionarias anti imperialistas. Absolutamente, no. Las sub burguesías y pequeñas burguesías latino americanas, no son ni podrán ser jamás, verdaderamente nacionalistas. Su llamado nacionalismo en donde quiera que aparezca, no es ni será sino una forma de sub fascismo, correspondiente al carácter de sub naciones, o sea países semi coloniales que son todos ellos.
20. El fascismo, en los países maduros, es un expediente a que recurre la burguesía nacional, sacrificando una parte de su poder para darlo a las masas de la pequeña burguesía y por medio de este movimiento aplastar hasta el aniquilamiento físico, hasta la muerte, a las organizaciones e individualidades revolucionarias del proletariado industrial y del campesinado pobre.
Pero en todos los países fascistas europeos, naciones maduras, este estado de cosas toma un carácter definido de impulso colonialista y expansionista, invariablemente, hasta en naciones tan débiles y tan desventajosamente situadas como Polonia; en el Continente Americano, solo un país podría estar suficientemente maduro para el fascismo, los Estados Unidos, quienes son ya el país imperialista más fuerte de la tierra.
21. En cambio, en la América Latina, la auto defensa de la burguesía apoyándose sobre las masas de la pequeña burguesía, no puede realizarse como en Europa o los Estados Unidos, pues tratándose en ellos, de una sub burguesía alojada en sub naciones, ella está obligada a apoyarse en los poderes imperialistas del capitalismo extranjero. Por eso, en la América Latina, los movimientos llamados fascistas y que en realidad sólo son subfascistas, tienen fatalmente, que ser realizados con la complici38 dad de grupos financieros y políticos del capitalismo extranjero y dar necesariamente como resultado el entregar a ese capital extranjero las riquezas nacionales de la América Latina al apoyarse en él contra las masas obreras y campesinas de ella. Tal es el caso de todos los Batistas del Caribe, como el de todos los Getulios y demás presidenzuelos fascistizantes de fodas las Américas: México, el Caribe, Centro y Sud América. En este Continente, solo existe un país que puede ser fascista: el del imperialismo yankee.
22. Si todo lo anterior es evidente. cuál es la consecuencia dialéctica del fenómeno para nosotros? Que si las burguesías de la América Latina no son capaces, debido a su dependencia económica y política, de aplastar a las masas obreras y campesinas de sus países, sin el concurso del imperialismo, sí son incapaces de realizar su crecimiento y consolidación nacionales por la dependencia de él en que viven; por otra parte, el proletariado de la América Latina es necesariamente el único que podría realizar, dado que su desarrollo es rápido y será cada vez más acelerado, las tareas revolucionarias anti imperialistas, que la sab burguesía y la pequeña burguesía son incapaces de cumplir.
23. También es evidente que la pequeña burguesía de la ciudad del campo nunca podrá ser la clase dirigente para cumplir tales tareas, diluída, por arriba, por abajo y por los lados, en mil ramificaciones, capas de inserciones. Confusa y vacilante, esa pequeña burguesía destruirá hoy lo que intentó construir ayer.
Pasará de la demagogia más alta de tono al rendimiento servil ante cualquier tiranuelo de opereta, apoyado por el imperialismo. De la historia pseudo revolucionaria pasará súbitamente al pánico reaccionario. La historia nos presenta ya suficiente ejemplos de estos dolorosos y cómicos desastres en los que han tomado parte toda una serie de llamados partidos revolucionarios de la América Latina.
24. La sub burguesía y pequeñas burguesías de la América Latina, debido a sus características, son un material dócil como la cera, entre los dedos duros y recios de los imperialistas. Se encuentran siempre listas desde el poder, desde las cátedras, la prensa y la tribuna, a empujar a la matanza a los obreros y a los campesinos si así conviene a los intereses de los recogedores de escrementos de pájaros, en oposición a los de los extractores de nitratos, o de los extractores de estaño, contra los que pretenden substituirlos en el monopolio del robo de estos productos.
Todo esto, para beneficio de los fabricantes de armas y de municiones de los países industriales imperialistas. Este es el único contenido real de las guerras y escaramuzas nacionales, que 39