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CLAVE Tribuna Marxista, Tribuna Marxista CLAVE La base social del oportunismo Para comprender el papel actual de la social democracia y del ex Comintern hay que recordar de nuevo cuál es la base económica del oportunismo en el movimiento obrero mundial.
El desarrollo del capitalismo que se extendió, con oscilaciones inevitables, hasta 1913, permitió a la burguesía, por una parte, elevar ligeramente el nivel de vida de determinadas capas del proletariado y, por otra, arrojar jugosas prebendas a la burocracia y a la aristocracia obrera, elevándolas, así, sobre la masa.
La burocracia sindical y parlamentaria cuya cuestión social parecía próxima a resolverse, pudo decir a las masas que esto era el comienzo del mejoramiento de la propia suerte de éstas.
Esta es la base social del reformismo (oportunismo) como sistema de ilusión de las masas y como sistema de engaño de parte de la burocracia obrera. El optimismo reformista de la Segunda Internacional alcanzó su desarrollo supremo en los años del último ascenso económico que precedió a la guerra (1909 1913. Por esta causa, los jefes aceptaron la guerra y la presentaron a las masas como un mal exterior que amenazaba las bases de la creciente prosperidad nacional. De ahí provino la politica de la defer a de la patria que, de hecho, e inconscientemente de parte de las masas, consciente o semiconscientemente de parte de la burocracia obrera, fué la defensa de los intereses imperialistas de su propia burguesía.
En realidad, la guerra no era un mal exterior destinade a quebrantar temporalmente el progreso nacional, sino la explosión de las contradicciones internas del sistema capitalista en el momento en que un progreso posterior en la base de dicho sistema era prácticamente imposible. como la guerra fué incapaz de aumentar la superficie de nuestro planeta y de devolver su juventud al capitalismo, concluyó por acelerar y exacerbar extraordinariamente el proceso de la putrefacción capitalista.
Con la decadencia de la democracia conmenzó la decadencia de la burocracia obrera. El fascismo sólo trajo a los obreros una sujeción redoblada; a la burocracia reformista le trajo la completa ruina.
La forma política de la democracia, aunque extremadamente mutilada. poderes plenos excepcionales. leyes sobre la inmigración, supresión del derecho de asilo, etc. sólo ha sido conservada, entre las grandes potencias, por la Gran Bretaña, Francia y los Estados Unidos, es decir, los países capitalistas más ricos, los más tradicionalmente bandoleros y privilegiados, que. 44 desde hace largo tiempo han concentrado en sus manos la parte del león de las posesiones coloniales, y de las principales riquezas de nuestro planeta. La explicación de esta selección natural no es difícil de encontrar. La democracia puede sostenerse mientras que las contradicciones de clase no comienzan a explotar. Para suavizar las fricciones sociales, la burguesía se ve obligada a ofrecer un cebo a una extensa capa de la intelligentzia pequeño burguesa, a la burocracia y a la aristocracia obreras.
Mientras mayor sea el pesebre, más ardiente es el social patriotismo. Actualmente el pesebre reformista sólo se ha mantenido en los países que en el pasado pudieron acumular inmensas riquezas gracias a la explotación del mercado mundial y al saqueo de las colonias. En otras palabras, en las condiciones de la putrefacción capitalista, el régimen democrático sólo es accesible (durante cierto tiempo) a la burguesía más aristócrata. La base del social patriotismo sigue siendo la esclavitud colonial.
En los países que no han heredado grandes acumulaciones de riqueza y que no pueden recibir sobre beneficios de sus colonias, como Italia y Alemania, la burguesía ha aniquilado al Parlamento, ha expulsado a la burocracia reformista, ha oprimido a los obreros en una prensa de hierro. Es cierto que la burocracia fascista devora más que la reformista, pero, al menos, no se ve obligada a hacer concesiones a las masas ni concederles sueldos que el capitalismo decadente ya no puede pagar. Privada de pesebre la burocracia social demócrata, expulsada de Italia, de Alemania y de Austria sostiene en alto y con firmeza el estandarte del derrotismo. en la emigración.
El principal origen de la fuerza de los partidos social patriotas o, más exactamente, social imperialistas, es la protección que les ofrece la burguesía que por medio del parlamento, de la prensa, del ejército, de la policía, defiende y protege a la socialdemocracia contra los movimientos revolucionarios de toda especie e incluso contra la crítica revolucionaria. En la guerra futura, por la exacerbación de las contradicciones nacionales e internacionales, esta unión orgánica de la burocracia con la burguesía aparecerá aun más abierta y cínicamente o, para decirlo mejor, ya comienza a hacerlo desde ahora, en particular con la política de traición de los frentes populares, que hubiesen sido absolutamente inconcebibles en vísperas de la guerra pasada. Sin embargo, la iniciativa de los Frentes Populares no viene de la Segunda sino de la Tercera Internacional. 45