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Tribuna Marxista CLAVE coeslovaquia ha realizado inmejorablemente este trabajo progresivo. Sólo falta a los marxistas deducir de la reciente experiencia las conclusiones políticas necesarias.
LA EXPERIENCIA DE LA GUERRA PASADA CLAVE Tribuna Marxista UNA LECCION RECIENTISIMA (A propósito del carácter de la próxima guerra)
Por León TROTSKY Veinte años después de la primera guerra imperialista, que había destruído las ilusiones democráticas. los jefes del Komintern tratan de demostrar que el mundo capitalista ha cambiado radicalmente de naturaleza; que el imperialismo ya no es el factor decisivo en nuestro planeta; que los antagonismos mundiales no están determinados por los intereses rapaces del capital monopolista, sino por causas políticas abstractas; y que la nueva guerra de los pueblos será una guerra de defensa de las inocentes y pacíficas democracias contra los agresores fascistas. Es necesario que la memoria humana sea muy débil para que, en vísperas de la nueva guerra, los aventureros de la III Internacional se atrevan a lanzar a la circulación las mismas ideas con que los traidores de la II engañaron a las masas durante la guerra pasada.
Sin embargo, la III Internacional no se limita a una simple repetición. Como la putrefacción del capitalismo ha realizado grandes progresos durante el último cuarto de siglo, tanto en la economía como en la política, las falsificaciones actuales adquieren un carácter mucho más señalado, mucho más cínico y mucho más vil que las doctrinas social patriotas de la pasada guerra. Los líderes de la II Internacional, que ya habían perdido la fe en la virtud de las fórmulas democráticas.
y que estaban a punto de desesperar de todo, han recibido con estupefacción y con una nueva esperanza la ayuda inesperada del Komintern, tras de ellos, toda una parte de la burguesía impe.
rialista ha vuelto los ojos hacia los comunistas patrioteros. Este es el principal origen de la política podrida e infame de los frentes populares.
Toda crisis profunda, ya sea económica, política o militar tiene un aspecto positivo, que es el de poner a prueba las diversas jerarquías y fórmulas tradicionales, haciendo aparecer la putrefacción de aquellas que han servido para enmascarar las contradicciones durante la paz. y de esta manera impulsa el desarrollo general. La crisis diplomática alderredor de Che 4Para comenzar, lancemos una rápida ojeada al pasado. La guerra de 1914 1918 fué, como se sabe, una guerra por la democracia. Lá alianza de Francia, de la Gran Bretaña, de Italia y de los Estados Unidos permitió que los social patriotas de la Entente cerraran avergonzadamente los ojos ante el quinto aliado: el zarismo. Después de la Revolución de febrero de 1917, que derrocó a Nicolás II, el frente de la democracias se organizó definitivamente. Sólo los incorregibles bolcheviques podían seguir hablando de imperialismo. En efecto, svalía la pena discutir porque el liberal Miliukov y el casi socialista Kerenski quisieran lanzarse sobre Galitzia, Armenia y Constantinopla? Al final de cuentas Miliukoy y Kerenski explicaron que los bolcheviques eran simples agentes de Ludendorff. el Hitler de entonces. La guerra terminó con la victoria completa de las democracias, aunque la Rusia soviética, dirigida por los bolcheviques, haya abandonado el sagrado campo de aquéllas. El resultado de la victoria fué el Tratado de Versalles que había costado, es cierto, millones de vidas, pero estaba destinado a consolidar definitivamente a las democracias, a la libertad para el desarrollo de las naciones y a la colaboración pacífica de los pueblos basada en el desarme general. La Sociedad de Naciones coronó las conquistas de una guerra que debía ser la última de las guerras. esto es lo que prometieron Wilson y la II Internacional. pesar de ello, no se obtuvo el paraíso, sino algo que se parecía bastante al infierno. La paz de Versalles ahogó a Europa. El proteccionismo ahogó a la economía. La guerra por la democracia inició la era de la decadencia definitiva de la democracia. El mundo se empobreció y se redujo. Uno tras otro, los Estados se lanzaron por el camino de la dictadura fascista o militar. Las relaciones internacionales se hicieron cada vez más amenazantes. guisa de desarme, aparecieron programas militaristas tales que en vísperas de la guerra pasada hubieran parecido pesadillas. Los primeros pasos hacia sangrientos conflictos comienzan a desarrollarse en las diversas partes del mundo. El Komintern escogió precisamente este momento para abandonar los últimos indicios de internacionalismo y proclamar que