BakuninEngelsLeninMarxMarxism

CLAVE Tribuna Marxista Tribuna Marxista CLAVE ducía en generalizaciones infundadas y en actitudes violentas. Del libro se desprende que, a su pesar, Bakunin reconocía la superioridad del trabajador lento, congruente, sólido, que era Marx; así como también la firmeza muchísimo mayor de sus convieciones y de su cultura. Es ciertamente una impresión penosa la que deja la lectura de este libro como la de la correspondencia entre Marx y Engels, la de que figura con todas las ventajas de líder brillante e inquieto que era Bakunin, representante genuino aun cuando no organizado de grandes sectores de la población trabajadores de Europa, en particular los eslavos, españoles e italianos, no hubieran podido ser aprovechadas en las luchas proletarias de la época. Un punto queda obscuro, aunque con el tiempo, una reflexión mayor y una investigación más cabal reyelan si Marx y Bakunin como des.
pués lo apuntó Lenin presintieron que en la etapa final de la sociedad marxista la concepción anarquista de Bakunin se acercaba insospechadamente.
El libro tiene largos períodos en el choque casi inevitable que te magníficos, los iniciales, por ejem nía que producirse entre el sér in.
plo. En ellos se describe con mano gobernable que era Bakunin y el realmente maestra el ambiente en ambiente y la disciplina militar de que Bakunin nació y creció hasta su Academia. La falta de preocuentrar a la Academia Militar de pación que tuvo a lo largo de toda Petersburgo. En aquella finca cam. su vida por asuntos de dinero, inpestre que ha pasado ya a la his diferencia que fué siendo más y toria, Premukino, Bakunin nació de más compacta, a medida que su una familia con los rasgos aristo participación en las intrigas de la cráticos que en la vieja Rusia, so política radical de Europa, le fuebre todo en el siglo XVIII, tenían ron convirtiendo en un constante quienes no siendo nobles por as perseguido de las pequeñas tiranías cendencia, lograban, sin embargo, de la época. Tambien se manifes.
en una forma o en otra, hacer la taron pronto su falta de disciplina, carrexa de funcionario civil o la de su inconstancia, su inhabilidad paoficial militar. La situación espe ra tener un entendimiento permacial que dentro de la familia guar nente con colaboradores, su inca.
daba Miguel, en el medio de ella, pacidad para ser subordinado y, como subordinado de los varones y, por consiguiente, la necesidad de como guía de las mujeres, que en ser un líder sin contrapeso alguno.
edad le seguían casi todas. Cómo También la trágica incompetencia fué engendrándose el divorcio en en la táctica revolucionaria, que se tre Miguel el rebelde y el padre diría ahora, y a la que deben atripor quien sintió en sus primeros buirse la serie enorme de instinaños de juventud una admiración ciones, organismos y asociaciones casi sin límites, divorcio que fué, que formó Bakunin y de los cuales en suma, concentrado en un pe el tiempo no ha dejado en realidad queño ambiente familiar, el choque como huella permanente, sino los tremendo entre la filosofía del sisectores anarquistas del Sur ita.
glo XVIII y el nuevo idealismo del liano y del Levante español.
XIX.
El conflicto con Marx y la InLos rasgos de líder impetuoso, ternacional no ha sido objeto de que subrayaba el cuerpo gigantes un tratamiento peculiar de parte co de Bakunin y un gran descuido de Carr; el episodio encaja de un en su atavío, aparecieron desde modo natural en la biografía, de muy temprano y tuvieron ocasión manera que recordando las páginas de revelarse, primero en los pe anteriores del libro, encuentra uno queños problemas de ajuste de ca casi fatal la imposibilidad de coracteres familiares que Bakunin laboración entre una y otra de escon su impetuosidad transformaba tas dos grandes figuras históricas.
en problemas enormes e insolubles; No sólo había una oposición de bambién encontraron temprana oca temperamento y carácter personasión de manifestarse en sus pri les entre uno y otro, sino diferenmeros contactos con la juventud cias muy sensibles de raza, que no estudiosa de Petersburgo que, como hizo sino subrayar la fobia gerel, se iniciaba en la lectura de los mánica que con el tiempo fué desnuevos filósofos alemanes; también arrollando Bakunin y que se tra.
58 pinc. 59.