BourgeoisieCominternDemocracyFascismHitlerMarxismPrivate PropertySocial DemocracyStalinTrotskyismURSSWorking Class

Tribuna Marxista CLAVE CLAVE Tribuna Marxista mania serán, por lo menos, oprimidos en las mismas condiciones que el resto de la población. Las masas populares prefirieron en estas condiciones la igualdad en la esclavitud a la humillación en la desigualdad La fuerza temporal de Hitler está en la bancarrota de la democracia im.
perialista.
El fascismo es una forma de desesperación de las masas populares pequeño burgueses, trayendo tras de sí el abismo a una parte del proletariado. La desesperación, como se sabe, empieza cuando todos los caminos de salvación están cortados. La premisa de los éxitos del faseismo fué una triple bancarrota: de la democracia, de la socialdemocracia y del Comintern. Estas tres habían ligado su destino al imperialismo. Las tres no trajeron nada a las masas sino desesperación y así ayudaron al triunfo del fascismo.
El principal objeto de la pandilla de Stalin en los últimos años consistió en demostrar a los demócratas imperialistas su prudente con.
servatismo y su amor por el orden. En nombre de la unión deseada con las democracias imperialistas, la pandilla bonapartista condujo a la Comintern hasta los últimos grados de la prostitución política. Dos gran.
des democracias. Francia e Inglaterra, aconsejan a Praga ceder ante Hitler que está sostenido por Mussolini. Praga no le queda, aparentemente, nada sino aceptar los consejos amigables. Además, nadie se preocupa por Moscú. Nadie se interesa por la opinión de Stalin y de su Litvinov. Como resultado de un servilismo repugnante y de falsificaciones sangrientas para servicio del imperialismo, particularmente en España, el Kremlim está más aislado que nunca. Dónde están las causas? Hay dos. La primera consiste en que, habiéndose vuelto lacayo del imperialismo democrático. Stalin no se atreve, sin embargo, a desarrollar en la URSS su trabajo hasta el fin, es decir, hasta el restablecimento de la propiedad privada de los medios de producción y la supresión del monopolio del comercio exterior. Pero sin estas medidas permanece ante los ojos de los imperialistas solamente como un medrero, una aventurista inseguro, un falsificador sangrien.
to. La burguesía imperialista no quiso hacer una apuesta seria sobre Stalin.
Naturalmente, podría utilizarlo para fines particulares y temporales. Pero aquí aparece la segunda causa del aislamiento del Kremlin: en la lucha por su auto conservación, la pandilla bonapartista desenfrenada hasta el último grado, debilitó el ejército y la marina, trastornó la economía, desmoralizó y abatió al país. Nadie cree los engaños patrióticos de una pandilla derrotista en la realidad. Está claro que los imrialistas no se atreven a apostar a Stalin, aun para fines militares episódicos.
En esta situación internacional los agentes de la cruzan el océano y se junta en el hospitalario México para luchar contra la gue.
rra. El medio es sencillo: hay que unificar todas las democracias contra el fascismo. Sólamente contra el fascismo. Yo fuí invitado a venir, declaró el servil agente de la Bolsa francesa Jouhaux, para luchar contra 44 DI el fascismo, y de ninguna manera contra el imperialismo! El que lucha contra un imperialismo democrático. es decir por la libertad de las colonias francesas, éste es un aliado del fascismo, un agente de Hitler, un trotskista. Trescientos cincuenta millones de indúes tienen que conciliarse con su esclavitud para sostener la democracia británica cuyos amos, en estos mismo momentos, junto con los esclavistas de la Francia democrática. lanzan al pueblo español a la servitud de Franco. Los pueblos de Latino América tienen que soportar sobre su cuello con agradecimiento al pié del imperialismo anglosajón, únicamente porque est pié está enfundado en una bota democrática. Infamia, oprobio, cinismo sin fin!
Las democracias de las Entente de Versalles facilitaron la victoria de Hitler con la opresión completa de la Alemania vencida. Actual.
mente los lacayos del imperialismo democrático de la Segunda y Tercera Internacionales ayudan con todas sus fuerzas a la consolidación ulterior del régimen de Hitler. Qué significaría, en realidad, un bloque militar de las democracias imperialistas contra Alemania. Una nueva edición de las cadenas de Versalles, en una forma todavía más pesada, sangrienta e intolerable. Naturalmente, ningún obrero alemán quiere eso. Derrocar Hitler por medio de la revolución es una cosa, pero ahogar a Alemania por medio de la guerra imperialista es completamente diferente. Los aullidos de los chacales pacifistas del imperialismo democrático son, en conseceuncia, el mejor acompañamiento a los discursos de Hitler. Véis dice al pueblo alemán, aún los socialistas y los comunistas de todos los países enemigos sostienen a su ejército y a su diplomacia; si no os juntáis alrededor mío, vuestro jefe, estáis amenazados por la ruina! Stalin como lacayo del imperialismo democrático y todos los lacayos de Stalin: Jouhaux, Toledano y secuaces, son los mejores auxiliares de Hitler paa engañar, adormecer y atemorizar a los obreros alemanes.
La crisis checoeslovaca revela con una evidencia notable que el fascismo, como factor independiente, no existe. No es sino uno de los instrumentos del imperialismo. La democracia es otro instrumento de éste. El imperialismo se apoya en los dos. Usa al uno o al otro según las necesidades, a veces los opone, a veces los combina amigablemente.
Luchar contra el fascismo estando en alianza con el imperialismo, es lo mismo que luchar, estando en alianza con él diablo, contra su cola o sus cuerpos.
La lucha contra el fascismo exige ante todo el rechazo de los age.
tes del imperialismo demccrático de las filas de la clase obrera. Sólo el proletariado revolucionario de Francia, de Inglaterra, de América y de la URSS, después de haber declarado una lucha a muerte a su propio imperialismo y a su agencia, la burocracia de Moscú, es capaz de despertar las esperanzas revolucionarias en los corazones de los obreros alemanes e italianos y al mismo tiempo, unificar alrededor de sí los centenares de millones de esclavos y semi esclavos del imperialismo en todo el mundo. Para asegurar la paz entre los pueblos hay que derrocar al imperialismo bajo todas sus máscaras. Sólo la revolución pro.
letaria puede realizar esto. Para prepararla hay que oponer implacaM.