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LAVE Tribuna Marxista Tribuna Marxista CLAVE 11. El gobierno revolucionario, en tanto que Comité Ejecutivo de los obreros y de los campesinos, debe conquistarse la completa confianza del ejército y de la población laboriosa.
22. La política exterior debe tener como objeto principal desper tar la consciencia revolucionaria de los obreros y de los campesinos y de las nacionalidades oprimidas del mundo entero.
ñado con éxito completo el rol de enterrador en jefe de la revolución.
La experiencia española, sea dicho de paso, demuestra nuevamente que Stalin no ha comprendido absolutamente nada, ni de la revolución de octubre, ni de la gcerra civil. Su tardo espiritu provincial se ha quedado lamentablemente atrás de la marcha tempestuosa de los acon.
tecimientos de los años 1917 a 1921. Todos sus discursos y artículos de 1937 en los que él expresaba un pensamiento propio, contienen toda su última doctrina termidoriana. En ese sentido, el Stalin de la Es.
paña de 1937, es el continuador del Stalin de la conferencia bolshevique de marzo de 1917. Pero, en 1917 estaba solamente asustado de los obre.
ros revolucionarios y en 1937, los ha estrangulado. El oportunista se ha convertido en verdugo.
STALIN ASEGURO LAS CONDICIONES DE LA DERROTA LA GUERRA CIVIL EN LA RETAGUARDIA Las condiciones de la victoria son, como lo hemos visto, completa.
ponente simples. Su conjunto se llama la revolución socialista. Nirguna de esas condiciones la existido en España. La principal razón es que allí a ha habido un partido revolucionario. Es cierto que Stalin ha tratado de trasladar a España las formas exteriores del bolshevismo: bumau político, comisarios, células, etc. Pero él vació esas for, las de su contenido socialista. El renuncia al programa bolshevique y con él a los soviets, en tanto que forma necesaria la iniciativa revolucio.
maria de las masas Puso la técnica del bolshevismo al servicio de la propiedad burguesa. En su estrechez burocrática se imaginó que los comisa.
sios, en sí mismos eran capaces de asegurar la victoria. Pero los comi.
sarios de la propiedad privada no han sido capaces más que de aseg.
car la derrota.
El proletariado español ha manifestado cualidades militares de pri.
mer orden. Por su peso específico en la economía del país, por si nivel político y cultural se encontró, desde los primeros días de la revolución, o por debajo, sino por encima del proletariado ruso, al comienzo de 1917. Fueron sus propias organizaciones las que constituyeron el obstácu.
Le en la vía de la victoria. La pandilla dirigente, de acuerdo con su for.
mación contra revolucionaria, estaba compuesta en general de agentes zagados, de carreristas, de elementos desclasados y de escorias socia bles de todas clases. Los representantes de las otras organizaciones obre.
szas reformistas invertebrados, charlatanes anarquistas, centristas inerables del O, gruñendo, suspirando, dudando, maniobranpero, en fin de cuentas, se adaptaban a los stalinistas. Como resultato de su trabajo en conjunto fué que el campo de la revolución social. obreros y campesinos se encuentra sometido a la burguesía, mág actamente, a su sombra, vacía de individualidad, espíritu y vida. Ni. heroismo de las masas, ni el coraje de los revolucionarios aisla.
Hados faltaron. Pero las masas fueron dejadas a su suerte y los revoKucionarios, quedaron aislados, sin programa, sin plan de acción. Los jetes militares republicanos se cuidaban más de destruir la revolución social, que de las victorias militares. Los soldados perdían la con.
branza en los comandos, las masas en el gobierno, los campesinos se pon a la espectativa, los obreros se cansaron, las derrotas se sucedie.
acom, la desmoralización creció. No era difícil preveer todo eso, desde el mienzo mismo de la guerra civil. Proponiéndose como tarea la salvaim del régimen capitalista, el Frente Popular estaba destinado a la de.
scrota militar. Colocando al bolshevismo de cabeza, Stalin ha desempe.
18 Pero para la victoria sobre los gobiernos de Caballero y Negrin, hubiera sido necesaria la guerra civil a la retaguardia del ejército republicano gritan co norror los inusies democratas. Como si sin ello no hubiera habido en la España republicana una guerra civil mas enganadora y deshonesta, la guerra de los propietarios y explotadores contra los obreros y los campesinos. Esta guerra incesante se tradujo en los arrestos y asesinatos del los revolucionarios, la destrucción del mo.
vimiento de masas, el desarme de los obreros y el armamento de la pou licía burguesa, el abandono del frente, sin armas ni socorro de los destacamentos obreros, en fin, en el impedimento artificial del desenvol.
vimiento de la inaustria de guerra. Cada uno de esos actos representa un golpe cruel para el frente, una tración militar probada, dictada por los intereses de clase de la burguesía. No obstante, el filisteto demócrata. y él puede ser stalinista, socialista o anarquista, juzga la guerra civil de la burguesía contra el proletariado, aunque sea a la retaguardia in.
mediata del frente, como una guerra natural e inevitable, que tiene por objeto asegurar la unidad del Frente Popular. Por el contrario, la guerra civil del proletariado contra la contra revolución republicana es, a los ojos del mismo filisteo, una guerra criminal, fascista trots.
kysta, que destruye la unidad de las fuerzas anti fascistas. Las dece.
nas de Norman Thomas, de Major Attle, de Otto Bauer, de Zyromski, de Malraux y de pequeños traficantes de la mentira del género de Duranty y de Louis Fischer, expanden esta sagacidad de esclavos a través del mundo entero. Mientras tanto, el gobierno del Frente Popular se desplaza de Madrid a Valencia y de Valencia a Barcelona.
Si como lo atestiguan los hechos, solo la revolución socialista es capaz de destruir al fascismo, por otra parte la insurrección victoriasa del proletariado no es concebible más que si las clases dominantes caen en grandes dificultades. Por tanto, los filisteos demócratas invor can, precisamente, esas dificultades para demostrar la inadmisibilidad de la insurrección proletaria. Si el proletariado espera que los filisteos demócratas le anuncien la hora de su emancipación, será eternamente esclavo, Enseñar a los obreros a reconocer los filisteos reaccionarios ba.
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