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CLAVE Tribuna Marxista Tribuna Marxista CLAVE verdadera situación a las masas, movilizarlas contra el gobierno burgués, acrecentar día a día sus fuerzas para, en fin de cuentos, apoderarse del poder y, con él, de las armas de Moscú.
Pero. qué hubiera sucedido si Moscú, con la ausencia del Frente Popular, hubiera rehusado entregar armas? qué hubiera sucedido, res.
pondemos nosotros a eso, si la Unión Soviética no hubiera existido?
Las revoluciones no vencido nunca, hasta hora, gracias a encumbrados protectores extraños que les proporcionaron armas. Los portectores extraños, ordinariamente se han encontrado del lado de la contra revolución. Es necesario recordar la experiencia de las intervenciones de los ejéreitos francés, inglés, americano, japonés y otros, contra los Soviéts. El proletariado de Rusia venció a la reacción interior y a los intervencionistas extranjeros sin sostén militar de afuera. Las revoluciones resultan victoriosas, ante todo, con la ayuda de un programa social audaz que de a las masas la posibilidad de apoderarse de las armas que se encuentran en su territorio y de desorganizar el ejército del enemigo.
El ejército rojo se apoderó de las provisiones militares francesas, inglesas y americanas y echó al mar los cuerpos expedicionarios extran.
jeros. Se habrá olvidado esto ya. Si al frente de los obreros y campesinos armados, esto es: al fren.
te de la España llamada republicana. hubiera habido revolucionarios y no agentes poltrones de la burguesía, el problema del armamento no hubiera jugado jamás un papel de primer orden. El ejército de Franco, incluyendo lo rifeños coloniales y los soldados de Mussolini, de nin.
guna manera estaba inmunizado contra contagio revolucionario. Cer.
cados por todas partes de la llama de la revolución socialista, los soldados del fascismo se hubieran encontrado reducios a una cantidad insignificante. No han sido las armas ni los Genios Militares los que han faltado a Madrid y Barcelona; lo que les ha faltado ha sido el par.
tido revolucionario.
fórmula de todos los opresores y explotaderes, comenzando POP los reyes bíblicos y terminando por Stalin. La pohtica debe estar determinada por las clases y capas que participan en la lucha. Las masas revolucionarias deben tener un aparato de Estado que exprese directa e inmediatamente su voluntad. El ejército revolucionario debe, no solamente proclamar, sino realizar inmediatamente en las provincias conquistadas, las medidas apremiantes de la revolución social: expropiación entrega a los necesitados de las provisiones existentes de pro ductos alimenticios, manufacturados y otros; redistribución de los alojamientos, en beneficio de los trabajadores y, especial mente, de las familias de los combatientes; expropiación de la tierra y de los implementos agrícolas en beneficio de los campesinos. establecimiento del control obrero sobre la producción y del poder soviético, en lugar de la antigua burocracia, Del ejército revolucionario deben ser despiadadamente echados los enemigos de la revolución socialista, esto es los elementos explotadores y sus agentes, aunque se cubran con la máscara de demócratas, de republicanos, de socialistas o de anarquistas, Al frente de cada unidad militar debe haber un Comisario, come una autoridad irreprochable como revolucionario y como comba.
tiente. En cada unidad militar debe haber un núcleo bien ligado de les combatientes más decididos y abnegados, recomendados por las organizaciones obreras. Los miembros de este núcleo, tica nen un solo privilegio: ser de los primeros en el combate. Los cuerpos de comando contienen necesariamente en los primeros momentos, muchos elementos extraños y poco seguros.
Su verificación y selección debe hacerse sobre la base de la ez.
periencia militar y los testimonios proporcionados por los Comi.
sarios y los informes que emanen de los combatientes de línea.
Al mismo tiempo los esfuerzos deben estar dirigidos hacia la preparación de comandantes provenientes de las filas de los obreros revolucionarios.
10. La estrategia de la guerra civil debe combinar las reglas de arte militar con las tareas de la revolución social. No solo en la propaganda, sino también en las operaciones militares es ne.
cesario contar con la composición social de las diferentes par tes del ejército del adversario (voluntarios burgueses, campesin nos movilizados a la fuerza e, como Franco, esclavos coloniales)
y, en el instante de escoger las líneas de operaciones, tener es trictamente en cuenta la estructura social de las regiones el rrespondientes del país (regiones industriales, regiones campesinas, revolucionarias o reaccionarias, regiones de racionalida.
des oprimidas, etc) Brevemente dicho, la política revolucionaria domina la estrategia.
17 LAS CONDICIONES DE LA VICTORIA Las condiciones de la victoria de las masas en una guerra civil contra el ejército de los opresores, son, en su esencia, muy simples: Los combatientes del ejército revolucionario deben tener plena consciencia de que ellos se baten por su completa emanci.
pación social, y no por el restablecimiento de la antigua forma (democrática) de explotación. La misma cosa debe ser comprendida por los obreros y los cam.
pesinos tanto a la retaguaria del ejército revolucionario, como a la retaguardia del enemigo. La propaganda sobre su propio frente, sobre el del adversario y a la retaguardia de los dos ejércitos, debe estar completamen te impregnada del espíritu de la revolución social. La palabra de orden: Primero la victoria y después las reformas. es 16.