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CLAVE Tribuna Marxista Tribuna Marxista CLAVE landés, Sneevliet, ostensiblemente han sostenido al en su hibridez, su indecisión, su tendencia a eludir las cuestiones candentes, en una palabra, en su centrismo. La revolución no se concilia con el cen.
trismo. Tal es una de las nias importantes lecciones de la revolución española.
EL PROBLEMA DEL ARMAMENTO y otros) fuerza a los gangsters del stalinismo a recurrir a una represión sangrienta. Porqué, por otra parte, los jefes del anarquismo español, en el instante de los crímenes de la en Moscú y en Madrid, eran los Ministros de Caballero y Negrín, esto es: servidores de la burguesia y de Stalin. Porqué, ahora mismo, bajo el pretexto de luchar contra el fascismo los anarquistas son prisioneros voluntarios de StalinNegrín, esto es: de los verdugos de la revolución, que han demostrado toda su incapacidad para luchar contra el fascismo?
Los abogados del anarquismo que se escudan tras de Kronstadt y Makhno no engañarán a nadie. En el episodio de Kronstadt y en la lucha contra Makhno, nosotros hemos defendido la revolución proletaria contra la contra revolución campesina. Los anarquistas españoles han de.
fendido y defienden todavía la contra revolución burguesa, en contra de la revolución proletaria. Ningún sofisma borrará de la historia el hecho de que el anarquismo y el stalinismo se han encontrado en la revolución española del mismo lado de la barricada, las masas obreras y los marxistas revolucionarios del otro. Tal es la verdad que entrará para siempre en la consciencia del proletariado!
EL ROLL DEL El por su parte, no tiene una actuación mejor. Teóricamente, ha tratado de apoyarse sobre la fórmula de la revolución perma.
nente. es por esto que los stalinistas han tratado a los poumista de trotskystas. Pero la revolución no se contenta con simples acertaciones teóricas. En lugar de movilizar las masas contra los jefes reformistas in.
cluyente a los anarquistas, el trataba de convencer a esos señores le las ventajas del socialismo sobre el capitalismo. Ese era el diapasón de todos los artículos y discursos de los líderes de Para no disgustarse con los jefes anarquistas, no organizaron sus propias células en el seno de la y, en general, no hicieron ningún trabajo dentro de ella. Eludiendo los conflictos agudos, tampoco hicieron ningún trabajo entre el ejército republicano.
En lugar de ello, crearon sus propios sindicatos y su propia milicia. la que defendía su propio edificio o se ocupaba de sus propios sectores del frente aislado la vanguardia revolucionaria de la clase. el debilitaba la vanguardia y dejaba a las masas sin dirección.
Políticamente, el estuvo todo el tiempo incomparablemente más cerca del Frente Popular, del que cubría el ala izquierda, que del bolshevismo. Si, no obstante, el ha caído víctima de una represión sangrienta y cobarde, ello se debe a que el Frente Popular no podía llenar su misión de estrangular la revolución socialista por otros medios que abatiendo pedazo a pedazo su propio flanco izquierdu. despecho de sus intenciones, el se encontró, al fin de cuentas, siendo el principal obstáculo en el camino de la creación de un partido revolucionario. Es una responsabilidad muy grave la que han echa.
do sobre sí los partidarios platónicos o diplomáticos de la IV Interna.
cional, los que, como los jefes del Partido Socialista Revolucionario Ho14 Los socialistas y anarquistas que tratan de justificar su capituia.
ción ante Stalin por la necesidad de pagar con el abandono de los prin.
cipios, y de la conciencia las armas de Moscú, mienten simplemente y sin habilidad. Con toda seguridad, muchos de ellos hubieran preferido prescindir de las asesinatos y de las falsificaciones. Pero cada objetivo im.
pone sus medios. Desde abril de 1931, esto es, mucho tiempo antes de la intervención militar de Moscú, les socialistas y anarquistas han hecho todo lo que han podido, para frenar la revolución proletaria. Stalin les ha enseñado como conducir ese trabajo hasta el fin. Llegaron a ser los cómplices criminales de Stalin porque pensaban políticamente en la misma forma.
Si los jefes anarquistas hubieran sido tan solo un poco revolucio.
marios, debieron responder desde el primer chantage de Moscú no solamente por la continuación de la ofensiva socialista, sino, además, prego.
nar ante la clase obrera mundial las condiciones contra revolucionarias ae Stalin. Con eso, hubieran forzado a la burocracia de Moscú a escojer abiertamente entre la revolución socialista y la dictadura de Franco.
La burocracia termidoriana, teme la revolución y la odia. Pero ella teme también ser estrangulada entre un anillo fascista. Ella depende, por otra parte, de los obreros. Todo permite creer que Moscú se hubiera visto forzado a proveer las armas y, muy posiblemente, a un precio más moderado.
Además, el mundo no se reduce al Moscú de Stalin. En un año y medio de guerra civil, se podía y debía reforzar y desarrollar en España la industria de guerra, adaptando a las necesidades de ésta una serie de usinas y fábricas civiles. Si este trabajo no ha sido realizado ello se debe sólo a que las iniciativas de las organizaciones obreras han sido combatidas por Stalin y sus aliados españoles. Una poderosa industria de guerra hubiera llegado a ser un potente instrumento en las manos de los obreros. Pero los jefes del Frente Popular han preferido la de.
pendencia de Moscú.
Precisamente en esta cuestión es que aparece de una manera singularmente clara el rol perfido del Frente Popular quien impuso a las organizaciones proletarias la responsabilidad por las transacciones traidoras de la burguesía con Stalin. En la medida en que los anarquistas se encontraban en minoría, ellos no podían, evidentemente, impedir de inmediato al bloque dirigente, realizar los compromisos que le parecieran buenos con Moscú y los dueños de Moscú, Londres y París; pero podían y debían ser incesantemente los mejores combatientes en el frente, separarse abiertamente de la traición y de los traidores, explicar la 15