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CUADERNOS INTERNACIONALES CUADERNOS INTERNACIONALES ten libros y diarios anti semitas, patrióticos, clericales, antianarquistas, etc. Todo en la medida de nuestra fuerza.
En esta fuerza, creciente y audaz en 1899, Martin ve la consagración de nuestro derecho, ya que ella prueba que hacia la anarquía marcha la historia y nosotros no hacemos sino realizar por la derrota de nuestros adversarios, una ley inmanente de la evolución, la que nos reclama, a nosotros, para dar forma a la sociedad. Constant Martin concluye. Aceptamos la Libertad como uno de los principios de esa sociedad futura que queremos fundar; pero en la sociedad actual, nos burlamos de ese principio siempre que nos perjudica; y negaa nuestros enemigos todas las libertades y todos los deremos chos.
la situación. Esta no podía ser en efecto rectificada, mas que por el análisis crítico del marxismo y de su táctica en tanto que vías de realización del totalitarismo moderno.
Mucho antes del bolchevismo, hubo en Francia entre los anarquistas, incluso en la propia redacción de Le Libertaire. una escuela que propagaba la negación de toda libertad a los enemigos de la Libertad, escuela que, numerosas veces después, ha hecho su reaparición en nuestras filas. fines del siglo pasado tuvo lugar una firme discusión entre Constant Martin por un lado y Errico Malatesta por el otro; Martin sostenía que la libertad pa.
ra todos era idéntica a la contra revolución y reclamaba el terror en tanto que la Anarquía no fuese realizada integralmente; Malatesta por el contrario afirmaba que la libertad para todos era, para la Anarquía y los anarquistas, vía y medio, presente y porve.
nir, principio y fin a la vez.
Sin duda es necesario que esa polémica haya vuelto hoy a ser de actualidad candente para que Umanita Nova. órgano de la Federación Anarquista Italiana, y Solidaridad Obrera. órga.
no de la CNT española. los más poderosos semanarios de las dos más importantes formaciones libertarias del mundo actual) le hayan consagrado, sin común acuerdo, un importante espacio en sus números del 22 y 25 de abril, exhumando los textos de Martin, Malatesta y Fabbri. Qué decía en concreto Constat Martin? Para él existen dos libertades: una saludable, la nuestra; la otra perniciosa, la de los enemigos. Cuando la victoria integral será nuestra, cuando lo seamos todo, dice, toda libertad será buena por definición y viviremos los dichosos tiempos de la Anarquía realizada. Pero, hasta entonces, somos combatientes de una sangrienta guerra social, en que la justicia y el buen derecho están incontestablemente de nuestro lado: nuestra misión es combatir eficazmente por la buena causa, es decir hacer el bien a los buenos y el mal a los malos siempre que esté en nuestra mano.
Sin duda alguna, el adversario que nos oprime o se opone a nuestro progreso puede adoptar la misma fórmula; y quizá cree luchar con igual sinceridad por el bien y contra el mal. Pero, para Constant Martin se trata de una simple aberración; según él, tenemos con nosotros la certidumbre de la ciencia; los otros no tienen más que las ilusiones del fanatismo. Nuestros derechos son, pues, los de la verdad única, contra el error estéril y múltiple. Tenemos el deber de atacar, por todos los medios, a las ma.
nifestaciones det error, desde el mismo momento en que poseemos la fuerza.
De este modo, Martín precisa que debemos impedir por todos los medios que los curas recen y celebren la misa, que los reaccionarios se reúnan, que los burgueses gocen de sus ingresos mal adquiridos, que los comerciantes posean establecimientos, que los no sindicados encuentren trabajo; que los impresores edi ¡Que el Pueblo, pues, se organice para la guerra civil, preludio necesario de su liberación, y que no tenga piedad con sus enemigos!
Malatesta, voluntarista de la anarquía. por otra parte ag.
nóstico completo en materia de teoría del cosmos de la evolución humana, de filosofía metafísica e histórica, de populismo religio.
so y otras legitimaciones sacerdotales. no podía sino oponerse a la opinión de Martin que, como lo señala Umanita Nova contenía en germen toda una teoría y toda una práctica autoritarias. No podemos dispensarnos (escribe en La Question Sociale de Patterson, 251189) de protestar fuertemente contra una concepción reaccionaria, autoritaria, liberticida, que hace de la Li.
bertad un principio de la sociedad futura y la niega en el presente. En nombre de esta misma teoria están establecidas to.
das las tiranías presentės; y en su nombre se establecerán, si el pueblo la acepta, las tiranías futuras. Un historiador de la gran revolución francesa, Louis Blanc, queriendo explicar y justificar las contradicciones entre las famo.
sas aspiraciones humanitarias y liberales de los Jacobinos y la feroz dictadura que ejercieron cuando consiguieron el poder, también distinguía entre República. como institución del porvenir er la cual serán aplicados los principios en toda su extensión, y la Revolución. que pertenecía al presente y cubría de este mo do con su autoridad todas las violencias y todas las restriccione como tantos otros medios de llegar a la justicia y a la libertad. Lo que de esto resultó es bien sabido, fué enviar al patibulo a los mejores revolucionarios y a un número infinito de desgraciacios, después la reacción imperial y la restauración de los Borbones. he aquí que los marxistas, estos jacobinos de hoy, siem.
pre en nombre de la libertad futura y como instrumento de su rea lización, se preparan para tomar el poder e imponer su tiranca. Sabemos muy bien que los sacerdotes, los patronos, los an tisemitas, los monárquicos (y que Constant Martin nos permita añadir a los republicanos) mienten cuando hablan de libertad, 199 198