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CUADERNOS INTERNACIONALES CUADERNOS INTERNACIONALES y financiero, del que se favorecen un puñado de capitalistas nativos y el imperialismo británico, las masas de campesinos y de obreros persas han ingresado a la lucha anticapitalista moderna con el acicate de cierta dosis de fanatismo, hecho que les confiere un empuje singular que amenaza desembocar en acciones de tipo eminentemente explosivo.
Lo que aquí interesa señalar, además del hecho comercial estu pendo que ha quedado evidenciado con esas elocuentes cifras tomadas de la Memoria, es la importancia excepcional del petróleo iranio como poderoso motor de la economía contemporánea y como mineral estratégico. Lo que la geografía es a España, Egipto o Turquia, la mineralogía es a Irán, como a Irak o la misma Corea, la inocente y pacífica Corea sobre la que hoy se baten norteamericanos y soviéticos por sus existencias de bauxita, de hierro y de tungsteno POseer una gran riqueza mineral es tan peligroso como estar en la encrucijada de las rutas internacionales, sobre todo cuando se es un país débil. Irán figura en el sombrío mapa del capitalismo como una de esas regiones que no se deben perder. que hay que defender hasta el último esfuerzo y agotando todos los medios posibles. El hecho de que la Anglo Iranian pertenezca prácticamente al gobierno inglés, que sea el Almirantazgo quien la dirige, convierte en más estricta esta consigna. Si lo que nos informan las agencias periodísticas internacionales es aproximadamente cierto, podemos afirmar sin lugar a dudas que el aspecto comercial directo (es decir los beneficios netos de la compañía) ha pasado a un segundo plano a esta altura de las negociaciones para los ingleses, que lo que interesa por sobre todo, no ya solamente al Imperio Británico, sino a todas las potencias occidentales, es el destino del petróleo persa.
Los aliados aprendieron desde la primera guerra el valor incalculable del petróleo como concurrente decisivo de cualquier victoria.
Si los alemanes hubieran sabido que, en un momento dado, la armada inglesa estuvo paralizada por la falta de ese combustible, la habria obligado a capitular, como los mismos ingleses lo confesaron más tarde. Lord Curzon pudo afirmar, apenas terminado el conflicto, que fuera de toda duda, el porvenir proclamará que los aliados han sido conducidos a la victoria sobre marejadas de petróleo! Clemenceau, en su carta a Wilson, se anticipaba certeramente: Si los alia no quieren perder la guerra, es preciso que la Francia combatiente, en la hora suprema del choque germánico, posea esencia, tan necesaria como la sangre en las batallas del futuro.
Las experiencias del segundo conflicto confirmaron la importancia asignada al petróleo. Los rusos, que extraen el de la producción mundial, lo aprendieron también de prisa. En marzo de 1946 comenzaron a concentrar grandes cantidades de tropas a lo largo de.
la frontera con Irán, y en un momento la invasión se consideró inminente. Si ella se hubiera cumplida, la guerra se había renovado par.
cialmente entre los aliados pasajeros. No es otra cosa lo que detuvo a Rusia, en cuyos designios imperialistas figura la penetración en esa excepcional zona fronteriza. La conciencia de ello contribuye a que Inglaterra este recurriendo a toda su estrategia para no abanDI donar de manera total ese territorio, pues mientras mantenga la totalidad o parte de sus intereses, tendrá una justificación más valedera para defenderlo es decir su petróleo en el supuesto de una invasión militar. Desalojada completamente, Rusia podría, por otra parte, comenzar a influir amistosamente de muchas maneras para que la distribución se vuelque hacia sus países satélites.
Unas pocas cifras nos revelarán en toda su magnitud el peligro que encierran las actuales conversaciones entre Londres y Teherán.
El Irán posee apenas 144 pozos, pero los mismos producen 30. 500. 000 metros cúbicos de petróleo por año; el Mediano Oriente, 355 67. 500. 000 en el mismo período; Venezuela, 968 y 77. 000. 000; los EE. UU. 440. 000 y 300. 400. 000. Esto significa que, mientras cada pozo produce por día apenas un poco más de metros cúbicos en los EE. UU. la misma unidad y en el mismo periodo rinde más de 500 metros cúbicos en el Irán.
No es extraño, pues, que Inglaterra esté concentrando muchas de sus naves de guerra, lanchas de desembarco y tropas de paracaidistas en las proximidades de Persia, mientras se realizan los últimos intentos de conciliación con la presencia del enviado norteamericano.
Tal conciliación es posible, y existen formas de que el gobierno salga airoso manteniendo una semi nacionalización. Pero. si no se llegara a ningún acuerdo. Se retirarán confiados en que la producción continuará distribuyéndose por los viejos cauces? Los ingleses han aprendido a retirarse y a simular retirarse después del último conflicto. Pero Irán es una presa demasiado codiciada por Oriente como para repetir el juego peligroso que se desarrolló frente a otros países. Esta política podría facilitar grandemente un vuelco iranio hacia la órbita de Moscú.
No está, pues, al margen de la lógica capitalista el pensar que, en última instancia, se podría llegar al empleo de la fuerza militar para mantener las posesiones iranias, mientras arbitra, por ejemplo, alguna Comisión Internacional manejada por la UN. Si se llegara a ese extremo, del que hay abundancia en la historia del colonialismo y el semi colonialismo, fácilmente podría quedar inaugurado un segundo frente activo sobre las prolongadas fronteras que separan a las grandes fuerzas que se disputan el nuevo reparto de la tierra.
Pues Rusia no permanecería desde ningún punto de vista al margen de la contienda, y frente a este hipotético caso quizá decida manejar los títe como lo hace ahora frente al de Corea. No acaba de afirmar un parlamentario filo comunista del Majlis persa que era preferible perder la soberanía antes que ceder en las cuestiones petrolíferas? La Unión Soviética tiene su quinta columna bien metida, y ahí está el Azerbaijan para recordarlo.
Tales acontecimientos brindan un nuevo asidero a los millones y millones de hombres que califican a un bando como al otro de voraces imperialistas, y que por nada del mundo pondrían sus hombros para defenderlos. Todo esto no constituye más que una aberración económica y una locura guerrerista. Abrir un segunda frente por el petróleo persa es renegar de las más grandes conquistas de la ciencia en materia de combustible y olvidar los enormes yacimientos. 157. 156