CommunismCommunist PartyWorld War

CUADERNOS INTERNACIONALES CUADERNOS INTERNACIONALES son refinados. Quienes les utilizan sólo ponen en su boca palabras amables y su actitud es siempre acogedora y cordial. Claro que no ven en el hombre más que su personalidad social y no le reconocen su verdadera dignidad en la invención y en la libertad. Pero el hombre moderno parecería como si tuviese miedo de su libertad, que le obliga a una difícil y peligrosa reflexión. Acoge con entusiasmo cuanto puede reconfortarle. Para esto el sistema está bien coordinado. Prensa, radio, cine y ahora la televisión difunden una atmósfera de miedo y las masas aterradas se refugian en las opiniones tranquilizadoras y probadas por los mismos medios de información. Es cada días más difícil rehuirlos, máxime cuanto que la educación condiciona al niño hacia el conformismo que le exigirán.
Los comics y la televisión, en manos de los grandes intereses financieros ocupan sus ocios. Más tarde las estadísticas vendrán a probarle que todo es magnífico en el mejor de los mundos.
Koestler y el Comunismo Por BENITO MILLA La devoción al mito soviético es tan tenaz y tan dificil de curar como cualquier otra entrega de este tipo. Koestler (Tradujo Albornoz. Ced Intentemos un análisis del proceso de incorporación psicológica y moral de un intelectual al comunismo, Observaremos inmediatamente la interverción de causas subjetivas fundamentalmente más importantes que los motivos aparentes de orden social o político que suelen barajarse. Más que un error intelectual, podríamos explicarlo como una sugestión de tipo religioso y dogmático. La conversión tiene raíces demasiado profundas para que podamos interpretarla como un mero proceso intelectual o un desplazamiento político.
Los más valiosos testimonios dan fe de que no es únicamente el camino de la inteligencia el que conduce al comunismo. Hasta podría afirmarse, en muchos casos, que una persona inteligente, si obra de buena fe, deja de serlo en el momento mismo en que se entrega al Partido Comunista. Pierde su capacidad de análisis y limita automáticamente su criterio. Como cualquier otro tipo de creyente, tiene necesidad de amoldan los hechos a su creencia aunque tenga que falsearlos. En ocasiones críticas recurrirá al absurdo, a la mistificación y al razonamiento cruel para justificar su devoción. La Inquisición y la milagrería tienen significación equivalente en el lado católico. Tomemos como ejemplo típico para nuestro estudio un testimonio de singular valor: la conversión y la herejía de Arthur Koestler tal y como él mismo nos la explica en una minuciosa confesión pública. 1) Refuerzan su concluyente experiencia otros cinco escritores, y aunque sea más conmovedora la de Richard Wrigth, la confesión de Koestler resulta más gráfica e insistente, más madurada en prolijidad.
Kestler hace el descubrimiento de su conciencia después de la primera guerra mundial. Hasta entonces había sido el hijo único de una familia de la clase media y, como tal, mimado por la suerte. La guerra fué un duro golpe para los negocios de su padre. La familia vino a menos económicamente. El empobrecimiento y ruina general de Europa, la inflación y sus consecuencias arruinan al padre. Este no es hombre para abordar con mano firme el endurecimiento creciente de la vida social. En el joven Koestler nacen los primeros resentimientos de clase. La realidad social a la que despierta difiere radicalmente de la de los años de su infancia. Hasta la primera gran guerra, a pesar de las contradicciones económicas y el desnivel social, el mundo europeo creía en la seguridad. La Revolución industrial no había alcanzado la furia vertiginosa que siguió a la primera matanza monumental. Imperaban el vals, 151. 150