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CUADERNOS INTERNACIONALES CUADERNOS INTERNACIONALES razón para ello, ese espíritu contrario a la URSS, invalida la conclu sión final del artículo de Russell, al afirmar éste: La forma de evitar una nueva guerra mundial es hacer que la importancia de los Estados Unidos y de los que están de su parte sea indiscutible a los ojos del Kremlin Nadie está hoy en condiciones de afirmar que sea una verdad evidente que semejante política de fuerza pueda servir para evitar la guerra. Servirá para ganarla sobre el enemigo. Y, entretanto, sirve también para que se sigan imponiendo restricciones económicas y políticas en todo el mundo occidental. Lo que está en flagrante contradicción con las nociones esenciales de la paz y de la llamada democracia.
Cabe afirmar el carácter apriorístico de determinados valores y derechos, antes que proceder a una movilización arbitraria y forzada de la conciencia mundial. Sabemos que esta tarea no corresponde a los estadistas de la Casa Blanca, sino a los hombres de buena voluntad, firmemente convencidos de que la salvaguarda de los valores humanos depende más de su existencia real que de las bayonetas. No dudamos que sea ésta también la fervorosa ambición de Russell. de lo que dudamos es de que las soluciones por él enunciadas sirvan realmente a la causa de la paz. Por ahora vemos que el creciente poderío estadounidense sirve de manera capitalisima la voracidad del imperialismo representado por sus clases direotoras, no a los deseos de paz del pueblo norteamericano y de los demás pueblos del mundo, MN En lo político sabemos que esa tendencia produce el fascismo. La vieja tradición liberal de la burguesía, que en el siglo pasado la incitó a luchar por la emancipación política de todos, se sustituye hoy por una actitud rencorosa hacia el proletariado. La managerial revolution de Burnham no es una simple obra de imaginación. En los países capitalistas muestra una tendencia a la agrupación creciente según la gravedad de los problemas sociales.
En Francia, los profesionales y técnicos, únicos representantes de la pequeña burguesia ya que el pequeño rentista ha desaparecido, se unen en la Confederación de Cuadros (C. En los países ocialistas. la clase media, con un sentido de defensa intransi gente de sus intereses, surge de entre los cuadros de la organización económica y política.
En las obras arriba citadas se presencia el intento de la clase media de tomar conciencia de sí misma. Es curioso que el fenómeno ocurra en fecha tan tardía. El individualismo liberal del siglo pasado la impidió reconocerse como clase. Las doctrinas proletarias, que subsiguieron, al destinar a la burguesía a la desaparición, no la incitaban a cobrar conciencia de su condición. Ha sido el incremento del Estado en los regímenes fascistas o sea capitalistas, y en los socialistas que ha estimulado, al contacto con el poder, el afán de perdurarse.
NA. Colectivismo Libre en Palestina Crisis de la Clase Media El Departamento de Asuntos culturales de la Organización de Estados Americanos ha dado a la prensa tres volúmenes de Materiales para el estudio de la clase media en América (Wáshington, 1950. El debate sobre la agónica clase media está por lo visto en el tapete. En 1949, se publicó en Londres The English middle classes. obra de Roy Lewis Angus Maude; allí mismo la fundación Nuffield ha concedido 20. 000 libras a la London School of Economics and Political Science para que en cinco años realice un análisis sociológico profundo de la clase media. Con anterioridad Friz Marbach había publicado Theorie des Mittelstandes y Lewis Corey su Crisis de la clase media (1945. No son los anteriores los únicos libros editados en torno del tema, sino unos cuantos elegidos entre los más recientes. Se nota además un creciente interés por los problemas de la clase media en tratados generales de sociología, como los de Max Weber, Freyer, Francisco Ayala, Gineberg. Lhomme, etc.
La aparición de tales obras revela en la pequeña burguesía una preocupación cada día más aguda por afirmarse como clase social.
Ante todo, conviene destacar el hecho curioso de que la mayoria de comunidades libres judías fueron fundadas por socialistas de Estado. Sin embargo, cuando se hubo alcanzado la posibilidad de aplicar sus principios, se vieron obligados a rechazar el centralismo y crear comunidades de tipo libertario. Debe observarse, igualmente que entre todos los movimientos fundadores de colectividades, únicamente los comunistas judíos de Israel no han podido crear ni hacer prosperar un Kibutz.
No puede pasarse por alto, tampoco, un dato muy importante. es que las bases de esta revolución judía que significa el retorno a los trabajos de la tierra y a sistemas de producción nuevos, no han surgido del movimiento nacional, sino más bien de una rebelión social positiva iniciada a fines del siglo pasado y desarrollada a favor de las ideas libres bajo la influencia de los socialistas populares (narodnik. La prensa internacional se ha ocupado bastante de la vida constructiva del pueblo israelita. Todos se han admirado del enorme esfuerzo rendido por estos judíos trabajadores que secaron los pantanos, convirtiéndolos en jardines; las tierras pedregosas en verge es y los desiertos en lugares habitables. Pero en la actuali93 92