CUADERNOS INTERNACIONALES CU DERNOS INTERNACIONALES planteada por Sartre en être et le Néant es el más hábil proceso a la incertidumbre del hombre actual post y pre bélico ante un futuro preñado de amenazas. Proceso más metafísico que psicológico. Por ese camino, las especulaciones no por cierto piadosas del intelectual existencialista le lleva a considerar las circunstancias vitales del hombre desde una mira pomposa y peligrosamente razonada, Y, por ende, inhumana. base de deformación y mutilación de valores éticos consagrados, el existencialismo ha pasado a ser, de golpe, una doctrina del desamor. Quebrando la autenticidad real. por otra parte indudable) de la conciencia, con miras a alcanzar las más remotas puntas de la verdad que, al fin, poco interesa. ha creado una ficción angustiosa la náusea perfectamente inútil, aunque obsesionante, para el hombre común.
Claro está que, puestos de atemano en la cadavérica posición de los expertos en sondeos metafísicos, admitiríamos que lo real. si tiene excrecencias, contacta con el espíritu sólo por sus cualidades más groseras. Pero sabemos bien que esto es mentira. Entonces empiezan las ficciones: la conciencia. dice Sartre es un vacío que fracasa cuando se propone crear mundos. Lo que vale de por sí, con vida propia asegura es el volumen carnoso de una mano, el árbol (los famosos árboles del parque de Bouville. pero no Roquentin, sólo conciencia, es decir, una pequeña y despreciable máquina registradora de nombres, actitudes, gestos que pasan y dejan pronto de ser, Los objetos especifica no debieran conmovernos, puesto que no existen. La conciencia confirma sumiso Marrill Albéres fracasa en la tarea de fundar mundos. Nosotros, que creemos firmemente en las posibilidades creadoras del hombre, hemos pensado si para algunos libertad es sinónimo de neurosis. Si asi fuera, de los locos, somos capaces de esperarlo todo para una Humanidad mejor. Mientras tanto lo esperamos de los poetas.
Pero puede suceder también que el existencialismo sea sólo un juego de palabras y conceptos vacíos y que, para seguir viviendo y construyendo, alcance con retirar de la circulación a los muñecos de palo y olvidar a quienes los edifican. Acaso desde La Nausea misma no nos permitimos sospechar que Roquentin escaparía de Bouville? Es más: ahora creemos con seguridad en su evasión. Lo hemos visto, leído, vivido. Allí o en otro lado. En Los caminos de la Libertad. por ejemplo. Porque la prueba terminante del triunfo de Roquentin sobre la conciencia impotente es, para nosotros, el propio novelista Sartre, su humanísima reencarnación. En él empieza el tiempo de la libertad verdadera y de la culpa.
Inc IV Víctor Frankl ha creado un magnífico método de cura psiquica, la Logoterapia, basado en la libertad inalienable del hombre para encauzar su espíritu desviado por nuevos derroteros. Rectifica, así, el camino de los seres que van indefectiblemente a la anulación y les ofrece sólidos motivos de pervivencia. Por otra parte, citar el báculo de la imaginación, motor primero de la esperanza en la vida diaria de cualquier hombre y trampolín del artista, resulta obvio. Todos estamos de acuerdo en usar la escala de la quimera para evadirnos, y hasta lo hacemos inconscientemente, de rutina.
Pero el dómine existencialista ha dado la negra orden a su muñeco de palo infinitamente libre. la imaginación no salva del hastío; las quimeras, sólo sueño y persuación, no existen. Alguien se rebela frente a esto y hasta se permite cimentar sobre sueños su propia razón de ser? Ese. dice Sartre obra de mala fé. Pobre Roquentin! El personaje de La náusea. el hombre que lucha desesperadamente para alivianarse del peso de la realidad, es acogotado por su autor quien le niega la facultad por antonomasia del espíritu de crear mundes o, por lo menos, de darle un sentido particular y personal a aquel que integra en plena libertad responsable. Le impide, en fin, obrar de mala fe. 74. 75