CUADERNOS INTERNACIONALES PERSPECTIVA MUNDIAL, Discriminación racial en Sud. Africa aunque puestos al servicio de la libertad y aunque doctrinas con tradictorias hayan podido convivir en ellas fraternalmente, se han visto reemplazados en nuestro siglo por un relativismo o historie cismo que equivalen en suma a una concepción de la discontinuidad de la ciencia y de la cultura.
Si las afirmaciones de Ortega representaban entonces una pre visión asombrosa, hoy no cree ya nadie en su fuero interno en un progreso lineal, evolutivo y continuo del mundo a semejanza de la visión monocentista. La trágica experiencia recogida en estos últimos años hace sentir con claridad el error. Köchlin en busca de una solución repliega su concepción del anarquismo a un voluntarismo donde el fracaso de una filosofía determinada no puede nunca hacer mella.
El anarquismo vigente se conserva muy apegado a la filosofía positivista y a las opiniones cientifistas y evolucionistas del siglo XIX, Renegar de este pasado, precisamente el de mayor solidez del pensamiento anárquico, no puede hacerse a la ligera. Sería caer, sin tener conocimiento de los riesgos, la relatividad temporal de las doctrinas anarquistas. Pero tampoco hase de reproducir la escena de la Iglesia condenando a Galileo por afirmar que el mundo gira en torno al sol.
Una tercera cuestión que sugiere la oportuna publicación de Sergent y Harmel es: dejemos por un instante de considerar la hishistoria como objeto de nuestra atención y analicémosla como objeto en sí. Estamos lindando con la metafísica. El interrogante equivale a averiguar qué representa para la anarquía la historia como entidad autónoma y abstracta.
La historia ha cobrado repentinamente desde hace un siglo un papel fundamental en nuestra cultura, no en razón a que la historia brinda un abanico más o menos ameno de narraciones o a que en ella podamos mirarnos para extraer una regla de conducta, sino porque ha sustituido al primitivo finalismo o providencialismo religioso. En la historia encuentra el hombre la conciencia del des.
tino y la libertad propios, que antes había entregado a la divinidad.
La historia, para el marxista, corresponde al espacio temporal donde se realiza la evolución dialéctica de la sociedad. Para el exis tencialista, en cambio, la historia es un sector del ser. Tal afirmación reduce el problema a un análisis metafísico del absoluto a partir del individuoPara el anarquista ¿qué es la historia. Qué es ese ente que comprende en sí a la propia tradición del anarquismo. Hemos de contentarnos con la fórmula de Benedetto Croce: la historia como hazaña de la libertad. 1) Alain Sergent y Claude Hrmel, Histoire de Anarchie, lére partie; Le Portulan, Paris, 1949. 2) Un ejemplo de la venenosa actitud de los marxistas respecto a la historia y la historiografía anarquista aparecida en Les Tempa Modernes (N. 56, Junio 1950) escrita por Claude Lefort.
40 El problema racial en Africa del Sud presenta carácteres de in.
sospechada gravedad, Si la suerte de la población indígena es desde hace trescientos años esencialmente la misma, bajo la dominación de los blancos colonizadores, la política en curso, auspiciada por el partido nacionalista en el poder, tiende a agravar la monstruosa esclavitud política y económica a la que está sometida la población indígena. Esa política, de la que es campeón el Dr. Malan, contempla la negación absoluta del negro como ser humano y su proscrip.
ción definitiva de cualquier derecho social, Para comprender lo que significa este Apartheid. o separación, conviene conocer previamente cuáles son las condiciones ac.
tuales de la población de color en Sud Africa, La población blanca, integrada por más de dos millones de personas, domina tradicionalmente sobre ocho millones de gen.
tes de color. Esta dominación es total en el plano político. en el que los negros no tienen ningún derecho y en el económico, al que están sometidos en condiciones de esclavitud inenarrables. La doctrina de la Iglesia Boer, influenciada por la lectura del Antiguo Testamento, considera a los negros como condenados por Dios a ser leñadores y aguadores. Vale decir que el poder divi.
no, como el poder humano. blanco) considera a los hombres de color como seres sin alma. En las ciudades, los negros no pueden utilizar los medios comunes de transporte, no pueden montar en un tranvía, entrar en un restauranten un cine, en una libreria o en un parque. En cierta ocasión, un grupo de blancos agredió y dió muerte a un negro que había tenido la osadía de ir por la calle decentemente vestido y con cuello y puños almidonados en su camisa. La distribución de la tierra, hecha por las leyes impuestas por los dominadores blancos, estableció desde hace tiempo un re.
parto calculado en el 88 para una población rural blanca que constituye aproximadamente el 10 de la población rural global.
El 90 de la población rural, no blanca, vive. muere del otro 12. Los blancos se rigen por un sistema político democrático o parlamentario, tienen libertad de prensa, de reunión, de palabra, etc. Los negros están excluídos de esos beneficios. 41