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CUADERNOS INTERNACIONALES CUADERNOS INTERNACIONALES debido al ejemplo, al mito heredado de aquella Revolución, que a la injusticia social, aun con ser ésta tan sublevante. Las revoluciones de 1848, tan diversas en el fondo que parecieron tener, tan semejantes. por el contrario, en su retórica superficie, y en un año iniciadas y acabadas desde el Danubio al Atlántico, no tuvieron por causas verdaderas las que sus actores les achacaron, sino mejor la obsesión épica que en la generación de Bakunin, de Garibaldi, de Marx, produjeron los relatos de quienes medio siglo antes habían visto la Revolución Francesa, o cuando menos oyeron hablar de ella a testigos presenciales. Aquel movimiento revolucionario fué una histeria infecciosa, ni más ni menos que la del baile de San Vis to, que en la Edad Media se extendió desde el Mar Negro a las riberas del Atlántico. En Europa, los pueblos que han prosperado en los últimos 150 años, han sido los menos afectados por la manía revolucionaria; y su prosperidad les ha dado, no tan sólo más riqueza, sino también más libertad, más elevada cultura y superior civilización, España, por el contrario, tan exagerada en todo, ha supera do en histeria de revuelta, en milagrería de barricada y en magia politiquera a la misma Francia. Desde 1812, en que la invasión fran cesa se nos hizo una infección, no hemos ganado para pronunciamientos, golpes de Estado y guerras civiles. Se diria que toda la nam ción ha sido la lentejuela de un reloj político, cuyo péndulo apenas ha cesado de estrellarla, ora a diestra, ora a siniestra. Véase en esta sinopsis, que da Ramos Oliveira en sit libro POLITICS ECONOMICS AND MEN OF MODERN SPAIN; y entiéndase que la vale por reformista o revolucionario, y la C, por contram revolucionario o conservador: Y, como todos sabemos, ni aun en esos períodos hubo la menor estabilidad, sino crisis y turnos ministeriales, que a veces fueron cambios de régimen; revoluciones de Palacio, pronunciamientos, motines, etc. por ellos se fueron sucediendo como ataques de tercianas. las guerras civiles iniciadas al marcharse de España los franceses que allá llevaron el guerrilleo que acompañó a su Ren volución. Qué hemos logrado los españoles, desde los tiempos de Riego a los de Franco, recurriendo a la milicia o al Ejército, a la fuerza o al Poder. que todo es uno. para resolver o impedir que se resuelvan los apremiantes problemas nacionales? Así los ricos como los pobres, sin distinción de clase o credo, hemos perdido nuestra causa, porque el país ha pasado a ser. y no tan sólo des. de la Guerra Civil la postrera colonia de nuestro Ejército, porque en la poiítica ha renacido la más baja picaresca de tiempos de los Felipes, y el ambiente de odio que hemos creado resulta ya irrespirable. En esto acaba la magia politiquera, la reducción de las cuestiones sociales a decretos o a crimenes de revuelta, la obcecada conversión de un complejo prooeso evolutivo en un simple y tan simple. golpe revolucionario.
LA REVOLUCION DESTRUCTORA DE SUS FINES Todo confirma las palabras escritas por Godwin hace más de un siglo y medio: La gran causa de la humanidad. sólo tiene dos enemigos: los partidarios de lo antiguo y esos partidarios de la innovación que, sin paciencia para la espera, se inclinan a interrumpir violentamente el tranquilo, el incesante, el rápido y prometedor progreso que el pensamiento y la reflexión parecen estar haciendo en el mundo. Qué elocuente es el caso de la ENQUIRY CONCERNING POLITICAL JUSTICE! Este primer manifiesto del anarquismo europeo heredero directo e inevitable del huma nismo racionalista del olvidado siglo XVIII. redactado y corre gido por tres veces mientras la Revolución Francesa iba avanzando hasta alcanzar su apogeo jacobino, no fué solamente una arremetida contra el Estado y sus injusticias, ni un genial alegato en pro de la libertad, sino también una valiente condenación de todas las violencias, y en especial de las revolucionarias. Godwin se enfrentó con la revolución, porque vió en ella un poderoso enemigo de la justicia, la libertad y el progreso; se opuso a lo que llamamos revolución, que es una guerra civil, una apelación a los más viejos y bárs baros recursos, precisamente por ser lo que llamamos un revolucionario es decir, un hombre ansioso de renovar la sociedad para har cerla más feliz. No hemos hecho caso omiso de su lección principal?
Godwin admitió que la propensión revolucionaria pudiera ser el exceso de un virtuoso sentimiento. pero, aun así, la tuvo por un error. terminó de ese modo el capítulo especial que dedicó a con denarlo. por muy agradable que pueda ser el origen de su error, Período Duración Carácter Cortes de Cádiz Fernando VII Restauración Const. de Cádiz Fernando VII Martínez de la Rosa Toreno Mendizábal Espartero González Bravo Narváez Espartero Madoz Donell Narváez Bravo Serrano Prim República Restauración República Ejército Falange 1812 14 13. 20 1820 23 1823 33 1834 35 1835 43 1843 54 1854 56 1856 68 1868 74 1874 31 1931 39 1939.
Transición 14. 15