EL PABELLON CUBANO que Es.
con a ba ansiosa la combi.
BÚ Por último. y cuando el entorneral Echagüe to get unortalimente captaron con arte un corollaU2 aria de Marta captada El Señor Don Pedro Salcedo, Maqoz y la de Segura, no han mado El Abanico.
por el Señor Doo Antonio Aubert, fué el encargado del tercero y úlemprendido un inovimiento la actividad de los socios del con acompañamiento de piano por timo discurso, y podemos decir Maceo lo ignore. El Campamenlos Club Cuba y Nicaragua y la la señorita Angélica Ramírez, fué sin tenor de equivocircos, que to rebe de está situado en.
cooperación de nuchas distingui la brillante conclusión de la pri aplausos que le prodigaron fueron y el cuartel general de Maceo das señoras y señoritas de esta ca mera parte del programą. muy bien merecidos. Su galanura queda en. un poce al este. Las pital, algunas de las cuales forman El «Caballo de Bronce. o de estilo, su correcia dicción, lo posiciones de Maceo son infranparte del Club Artillas. se debe bertura por la orquesta, fue el profundo de sus comparaciones queables. Anteriormente Mel.
Ese desborilamiento fraternal y principio de la segunda, y cuando enérgicas; le valieron muchas ve quizo con 000 hombres faé simpático que en favor de los aún vibraban en nuestros oídos las ces ser interrumpido por el deli rechazado; después Echagüe y mártires de Cuba, ha surgido armoniosas notas de élla, trayéndo rante entusiasmo de la multitud.
González Muñoz, no tuvieron ma: como un torrente incontrastable. nos recuerdos deioefable alegría, la Un solo de la romanza Anillo jor fortuna. Aún no hace dos meses que poderosa palabra del Sr don Máxi: de Hierro. por la señorita Angé.
Maceo ha puesto cerca de egos sentimientos de cariño por 108 mo Soto Hall, comisionado para lica Elizondo, siguió al discurso del mil hombres en pequeñas avanza heridos cubanos y de amor perorar en ese momento, repercu señor Salcedo; llegó al apogeo del das y emboscadas para hostilizar tió en los ámbitos del teatro ha arte conmoviendo verdaderamente en las marchas las columnas de admiración Cuba, estaban como dormidos en el seno esencial. ciendo palmarias con verdadera los corazones de todos, pues la Weyler, las que constantemente se mente republicano del pueblo ni impresión y sentimientos, las des dulzura inspiracios de su canto, ven diezmadas por fuego certëro Caragüense; hoy el entusiasmo gracias de los heróicos cubanos. Ängélica reude las gracias que la de las pequeñas partidas que Mapor aquella legendaria cuna de El. Anillo de Hierro. duo hacen ser una de las más bellas ceo envía con tal objeto. Los Céspedes y de Martí, no tiene 1: lantado por las señoritas Angé hijas del Xolotlán.
El Señor Layrac eotonó un 80caminos están bastante malos, y mites y sué demostraciones públi lica Ramírez, y Angélica Elizondo todos los Inpuentes que los españoles cas llevan la fuerza del Niagara y con acompañamiento de piano, lo de la romadza francesa. la consistencia del diamante. siguió al discurso del señor Ha:l; sensé, alcanzando el éxito de siem pudieran utilizar dėstruidos.
to los contraría y obliga a tomar Las sublimés notas de la ur fue el momento de verdaderos pre.
El Señor Don José María rambos que los hace caer en emº questa inspiradas en la música de delirio en que rivalizaba la modes: boscadas nortíferas. Una de esa Rossini, cayeron como una casca ta y sencilla inspiración de la pri Harra tocó la serenata de mando Sombras Nocturnas tas, compuesta como de 80 hom.
da mágica sobre aquel auditorio mera că la brillante ejecución de lin, brés, esperaba respetable; anunciando con la séguvda, cuando ni el frenético acompañamiento de guitarra por el nada de Echagüe. Estë ja des concierto armór ico que la velada entusiasmo con su estrépito de Señor Barberena, que fué una de cubrió se había comenzado.
trueno, logró apagar las dulces no las más preciosas partes del pro el grupo se dividió, una parte de maniló una carga; pero Entre las aclamaciones de costas salidas de aquellas gargantas grama.
el atacó por: retaguardia, y el ge tumbre apareció en el escenario alabastriñas.
fué de los el insigne orador nicaragãensé Dr.
Ē! Trío sobre motivos de La sias. no de aquella multitud, simcayó Dr. Mánuel Maldonado. com Hija del Regimiento para flauta, pática Cuba, llegó su colmo herido, lo mismo ayudantes su prisgrama de. Ta fiesta. Su dicción, señorita Espinosa, los señores Al sellesa, dando ocasión ese himne Luiza Meyle mesmo sensen sus dötes oratorias, se revelaron börto Selva y Vicente Barbere esencialmente republicano, turó mucho con las avanzadas del esa noche de una manera fecunda na, consignado como número de se desbordase verdadero cuartel de Máceo, hubo una esca y entre los atronadores vítores cimo de la segunda parte dėl priz torrente de manifestaciones en fá de aquel numerciso gentío, conclu grama, estuvo espléndido.
vor de los heridos cubanos, cuya do Mayor de Weyler y:1 ayudante ramuza y dos coronelés del Esta yó su discurso con una lluvia de Con un sencillo pero elegante sangre ha fecundado la simiente pensamientos lindísimos.
quedaron muertos beridos, lo trájé y con la modéstia de siempre, de la libertad en aquella querida mismo que gran número de tropa.
Patria.
El tercer número de la parte bucrecia Sierra recitó una brillanprimera estaba a cargo de la espi. te: composición que arrancó al Le extrañárá, amigo Artavía, que Lo cierto es que Weyler aún no se ha visto con la columna central.
ritüsl Angélica Ramriez, que apa público demostraciones de verda solo elogios haya prodigado para de Maceo compuesta de orienta; reció en las tablas bajo frenéticas dero regocijo y entusiasmo.
la aclamaciones. Cantó con maestría fator ce Cuba, però les de infanteria y la intrépida Don Luis Layrac,:cou acompasoberbia ac, trazo de la ópera Lu ñamiento de piane por la señora gorar se verá caballería Camagüeyana; y lo que U. que por acá no se en mucho tiempo otra igual.
se llama columna Maceo, como con acompañamiento de piano, doña Isabel de García, entono coo.
y su canto, como notas dispersas voz dulce, inspiración bastante Eytre tanto me doy el gusto de quien dice Guardia Republicana, de alguu instrumento descorocirio, el canto Les Rameaux.
comuuicarle algo nuevo, me es compuesta de jóvenes y hombres nos trasportó en alas, del ideal muy gratis suscribirmie su att. de distinguida educación, an núEl coro El Abanico por Cleo brillante de guerreros las sublimes regiones del infinito. señoritas de la escuela que digJESEZARU.
rridos. Cada soldado cuenta suLa señora doña Isabel de Gar. namenté régenta la ilustrada se ficiente munición para sostener la cía, acompañó en el piano una ñora de Zubiría, estuvo como ya NOTICIAS campaña contra Weyler. Este an.
fantasía sobre motivos del Rigs lo dijimos anteriomwente, espléuda aparado pués, no se letto ejecutada en viulín por Dondido. Vicente Barberena, la cual fue En un bate descubierto llegado cuando le llcéven tiros de todas justamente, apreciada y aplaudida. Alla Stella Confidente. por dentes de los campamentos de Ma en las tropas de Weyler, tanto el Un solo de la romanza italiana Tampa, Florida, llegaron procé partes. Es mucha la mortandad Ataviada con un hermosísimo el Señor Aubert, con acompaña. ceo en Pinar del Río, tres oficiá vómito negro como el machete y traje de teatró. mágica esplen miento de piano y violío pór les del Ejército. Libertador, entre el plomo le log: libertadores desdente, apareció en la escena An Carmencita Espinosa y el Señor ellos el Comandante Courpier y trozan la colum a del general esgélica Elizondo, la que con ade. Barberena, ejecutado por todos el teniente coronel Ortega. Uro pañol.
manes sueltos y naturales y ento tres con brillante maestría, fué la de éstos señores nos dá informes El General Maceo cuenta con nación magnífica, recitó una so soberbia conclusión de la segunda de las operaciones del Ejército al bastantes municiones de boca berbia poesía que produjo tal parte man lo del general Maceo admiración, cual si el abeorto pú: gran repuesto de ganado caballar.
Con el gran valse Para Ella Desde que salió Weyler de la El entusiasmo de sus tropas es blico presenciara en la bóveda por la orquesta, se dió prncipio Habana con su formidable colum grande y cada día se aumenta el celeste una tempestad desastrosa: la tercera: na combisada con a de González, número de combatientes.
quit un los que tomaron pare puedo ase las ague.
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