a medida que se produce esta pululación, la división del trabajo se establece, manifestándose por la diferenciación celular, esto es, por modificaciones morfológicas, y sobre todo, por variaciones en la constitución química del protoplasma.
La diferenciación se hace progresiva y rápidamente: primero se producen dos grupos celulares: uno destinado a las funciones sensitivas y a las funciones de defensa y protección; y el otro destinado a las funciones de nutrición y reproducción. Luego en cada uno de estos grupos primordiales se efectúan especializaciones secundarias; a costa de éstos, en fin, se establecen las especializaciones últimas, repartidas en grupos de elementos más y más restringidos.
Los diversos elementos cuyas diferencias son las mismas, elementos digestivos, elementos de la respiración, etc. se agrupan en conjuntos y acumulan sus esfuerzos; estos agrupamientos son los tejidos, órganos primarios.
De ordinario los órganos propiamente dichos u ÓRGANOS SECUNDARIOS están compuestos de varios tejidos; lo que es indispensable para el cumplimiento de diversos tiempos de cada función. Por ejemplo, la función del intestino necesita el tejido que cumple la digestión y el tejido que hace progresar hacia el exterior los residuos de la digestión; sería fácil poner muchos otros ejemplos.
Los tejidos, pues, son los órganos primarios. Los órganos secundarios u órganos propiamente dichos están compuestos de tejidos.
La primera ley de formación de tejidos y órganos es la diferenciación celular.
Si durante su multiplicación las células se explayasen en la superficie, el cuerpo tomaría proporciones considerables. Para salvar este inconveniente, los tejidos se organizan en pliegues y repliegues, intrincandose los unos en los otros, y disponiéndose siempre, como quedó dicho, de modo que en el más pequeño volumen posible se tenga la mayor superficie posible. Esta será la segunda ley de formación de los órganos.
El estudio de los diversos fenómenos de la formación de los tejidos y de los órganos constituye la Embriología. El marco de este trabajo sólo da para un bosquejo general del cuadro, y debemos contentarnos con dar una ojeada y describir sumariamente los principales tejidos, de modo que se patentice la importancia de la célula, elemento especializado, y al mismo tiempo dotado de todos los atributos de la vida. Idéntica en su composición química a la materia inanimada, la materia viva presenta caracteres diferentes de la materia bruta.
Los caracteres específicos más importantes del sér vivo se resumen en esta antigua definición, siempre verdadera: el sér vivo es un individuo que nace, se nutre, se desenvuelve, se reproduce y muere.
Sólo la vida individual está limitada en el tiempo. La individualidad es el gran carácter primordial del sér vivo, carácter que no lo pre333 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.