presas ferrocarrileras convino en discutir con la comisión que representaba a los trabajadores de todos los ferrocarriles. Esto fué seguido por otro acontecimiento sin precedente: una reunión celebrada en Washington, distrito de Columbia, por los directores de todos los sistemas principales de transporte, con el objeto de decidir cuál debería ser la actitud final de todos en caso de una controversia con los trabajadores.
Todo el mundo tendrá que convenir en la verdad de la proposición de que cambios revolucionarios en las condiciones económicas e industriales, que afectan profundamente los intereses del público, exigen alteración correspondiente y radical también en la política general. De la misma manera, difícilmente se podrá discutir que el incremento de grandes combinaciones de capital y de enormes organizaciones de trabajadores, en proporción adecuada para sostener luchas gigantescas las unas contra las otras, ha producido una revolución económica e industrial.
Finalmente, para la mayoría de las personas es evidente que tal revolución tiene excepcional importancia en la industria ferroviaria. Un paro de trabajo o una huelga que se extendiera por todo el país en cualquiera de nuestras grandes industrias, llegaría a ser pronto un asunto serio para el público. La clausura completa de las fundiciones de acero afectaría inmediatamente a todos los intereses conectados con las industrias que venden materias primas o compran los productos acabados, y muy pronto atacaría la prosperidad general. Mucho más rápido, serio universal sería el efecto de una clausura general de las fábricas destinadas a producir algo esencial para la actividad industrial y al mismo tiempo necesario para la vida, como por ejemplo, el carbón. Pero entre todas las catástrofes industriales la de consecuencias más inmediatas y universalmente desastrosas sería una huelga nacional en el servicio de ferrocarriles. Huelga de tal naturaleza dejaría desde luego sin trabajo a todos los empleados ferrocarrileros. Al detenerse el movimiento del carbón y de todas las materias primas, instantáneamente se cerrarían las 313 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.