Cambridge, donde se formó John Harvard, el fundador de Harvard.
Los estudios clásicos, considerados como la mejor preparación para estudios superiores, son el alma de estos Establecimientos; pero su radio de acción se extiende poco a poco, hasta que se transforman con frecuencia en Universidades. Casi todas las Universidades estadounidenses fueron en sus orígenes Colegios. Por otra parte hay Colegios que tienen el nombre de Universidad; otros que tienen alguna facultad universitaria, y las Universidades todas tienen una Sección preparatoria. Así que es muy dificil señalar el límite entre la Universidad y el Colegio.
En 1908 había 470 entre Universidades y Colegios, sin contar los que exclusivamente servían para señoritas. 1)
El Colegio, en su forma original, duraba años sobre los de la Escuela Superior, en las cuales se enseñaba Latín, Griego, Matemáticas y lenguas modernas, a lo que se agregó más tarde Ciencias Naturales y Literatura Inglesa.
Algunos Colegios, por ejemplo el de la Universidal de John Hopkins, han reducido a años la enseñanza. Otros, como los de Harvard y Columbia, conservan los años, pero en los últimos enseñan alguna especialidad.
No en todas las Universidades se exige para la admisión el certificado de estudios de un Colegio; así que muchos jóvenes pasan de la Escuela Superior directamente a las facultades universitarias; en cambio, en algunas, por ejemplo la John Hopkins, no se admite ningún certificado, sino que a todos los pretendientes se exige examen y muy riguroso, de ingreso.
En los EE. U. más que en ninguna otra parte, se sintió en el siglo pasado la necesidad de dar a los jóvenes una formación que los hiciera desde luego capaces de cooperar al desarrollo industrial, agrícola y mercantil de su país. sin embargo los pedagogos angloamericanos no postergaron la educación clásica, persuadidos de que es la única capaz de formar generaciones de robusta inteligencia y vigorosa energía como se necesitan para el crecimiento y progreso de un pueblo. Se contentaron, pues, con dar a la educación práctica un campo vasto de acción al lado de las humanidades.
Empero no todos los medios adoptados para armonizar las dos tendencias fueron felices. Eliot introdujo en Harvard un sistema muy seguido después en otros Colegios, llamado de elección. Consiste en que el discípulo al entrar al Colegio, escoja las materias que quiere estudiar. La mayor parte se iban a lo más fácil, y las materias más capaces de fecundar el entendimiento se quedaban arrinconadas, o por su dificultad, o porque no halagaban la curiosidad infantil.
Tratósé de obviar este inconveniente reduciendo las materias a (1) En casi todas las Universidades, y en la mayor parte de los Colegios, exceptuando los católicos, se admiten señoritas. No me detengo a hacer ver los inconvenientes de esta práctica, que es no poco combatida entre los mismos angloamericanos.
303 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.