de dignidad personal, y aun pudiera decirse de sentimiento del honor, proviene, no de la parte religiosa, sino de la parte puramente humana de nuestra educación, y no hubiera podido ser jamás el fruto de una doctrina moral que no concede valor más que a la obediencia. De John Stuart Mill, La Libertad. De la evolución nacional en la historia Introducción de la conferencia leida por el doctor Ferraz en nuestro Ateneo el de abril de 1908.
Invitado por esta docta Corporación a dar una conferencia, eligiendo el tema que hubiese de desarrollar ante tan bello y distinguido concurso, confieso francamente que mis dudas y vacilaciones fueron grandes, y de algunos días, sobre si pudiera yo aceptar un compromiso semejante, con ciertas probabilidades de éxito y, dado el caso de atreverme, cómo elegir asunto que no excediese demasiado a mis.
escasas fuerzas, siempre de suyo débiles y hoy con harta razón disminuídas.
Porque mucho depende pensaba en medio de mis perplejidades. en estos casos de pública expectación, para obtener un resultado favorable, de acertar, ante todo, con «la materia igual a nuestras fuerzas. como decía un viejo amigo mío, cuando yo era colegial, también, como al mismo se le olvidó decir y digo yo ahora, con permiso de su grato recuerdo. ajustada al gusto de nuestro auditorio. cuyas racionales simpatías han de correr parejas con la última moda, por decirlo así, en punto a ejercicios literarios, que son los nobles deportes del Ateneo: juegos de habilidad y fuerza, más educadores, por cierto, para la vida moderna en las democracias, que esos torneos medioevales, sea cualquiera su nombre inglés, o su técnica jerigonza, donde siempre resultará la fuerza bruta prevaleciendo sobre lo moral y verdaderamente humano en nosotros, que es el entendimiento.
En va mente pr: cerse car o categor ticos, o Porqu que no razón o bedrío, e mo, meca donde, a posibles, la anemia tura insu Nic psíquicas apetecer famosas bién cism literaria, logía, sin por cuan jamás es El claramen aspiracio que alien ciéndoles giones to groserías si nuestro a tales, los educador tivos: po alto pens ble.
282 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.