davales persan, incendi asilos guerra no loc Si esa par el fanta ción, la togae. al mund a la fue la guer comercio humano, todas las relaciones de la sociedad, todos los derechos y deberes, la familia, la patria, la civilización, el Estado, toda la fábrica del mundo racional, bien sumadas las cuentas, no vienen a ser otra cosa sino una trapería de papel, inútil o valioso, conforme se trate de imponer a los flacos, o de servir a los fuertes.
Menos aún que el papel es la palabra, porque es un soplo; y, sin embargo, se imaginaba otrora que ella vincula a los reyes y los pueblos, a los hombres y los númenes.
El verbo de Dios, antes de registrado en las Santas Escrituras, el juramento de la consagración de los soberanos, en la inauguración de las constituciones, en la investidura de las dignidades, en la deposición de los testigos, la tradición en la memoria de las gentes, la elocuencia en la voz de los tribunos, todo es palabra; la palabra cuyo fiat, en el génesis, creó el mundo, y cuya vibración, en la historia, transforma y revoluciona el universo.
Cuando la palabra se transfiere de la voz al papel, creía el vulgo ingenuo que ella subía un grado en la escala de la seguridad, no porque la conciencia valga más escrita que hablada, sino porque, hablada, no deja, como en la escritura, el rastro de su autenticidad. De ahí el valor del papel, que no comunica su destructibilidad a su contenido, antes recibe de lo que contiene su inviolabilidad. Esa es la nobleza del papel. En el papel se salvaron todos los monumentos de las letras antiguas. En el papel se perpetuaban los antiguos forarios de los municipios libres. En el papel se escribió La Magna Carta. En el papel fija la matemática sus cálculos, la química sus fórmulas, la geografía sus posiciones, la astronomía sus medidas. En el papel fué donde Le Verrier descubrió a Neptuno. Al papel es a quien la amistad, el derecho, el honor, confian sus secretos, sus deudas, sus compromisos. Es en el papel donde la ciencia, la literatura, las instituciones eternizan sus obras primas, sus títulos de estabilidad, los archivos de su pasado, las garantías de su porvenir. Todo el universo moral, todo el universo político, todo el universo humano, asienta, hoy, en trapos de papel. Los vende las Esa ni la un cont papel, una nad son papa debía. guerra vencion tendida circunsta sea la Allá co Hano vean de co momento e Nosotro habla de lo un movimi tos a mil 252 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.