Disertación de Ruy Barbosa II Francia, desapercibida para la guerra, opone al genio de la organización el genio de la improvisación, las facultades creadoras que éste encierra y que aquél no posee; crea, para armarse, una metalurgia nueva; improvisa una resistencia sorprendente; desenvuelve virtudes inesperadas y se excede a sí misma en los campos de batalla. Inglaterra, militarmente desorganizada, obligada a medirse con el enemigo en siete u ocho frentes diversos, sobrecargada en el océano con la polícia de los mares, inquietada en su propio territorio por la campaña aérea, entrega serenamente a la muerte la flor de su aristocracia y de su cultura, cúbrese de laureles en los combates, y levanta por el voluntariado, en diez y ocho meses, un ejército de cinco millones de hombres.
Bélgica, salteada por la más imprevista de las invasiones, levanta la mano de la industria, para tomar la espada, la carabina, la lanza, y sobre los restos del terruño patrio, lacerada, incendiada, atormentada pero no acobardada, no deshonrada, no aplastada, llena la historia con el incomparable asombro de su nobleza, de su energía y de su heroísmo. Suiza, irreductible en su libertad y en su democracia, se impone, con el civismo de sus milicias, al respeto de los beligerantes, cuyas fronteras la sitian por todos lados. Los Estados Unidos, sin ejército ni marina correspondientes a sus responsabilidades, a los problemas de su política externa, a las condiciones de su situación internacional, no recelan por la 237 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.