table. Guerra, o guerra. Guerra en acción o guerra en amenaza. Lucha contra la guerra inminente o guerra declarada. Sujeción a la guerra, o exterminio por la guerra.
Las consecuencias del terrible argumento son irrecusables. Lo esencial ahora al hombre no es aprender a pensar, a sentir, a querer de acuerdo con esos mandamientos que las creencias de nuestros padres nos habituaron a considerar sagrados, que nuestros propios instintos nos dictarían por sí solos, que el primer balbuceo de la razón naciente nos enseña por la voz del corazón, que nos llevan a respetar la infancia, la vejez, la debilidad, el infortunio, la virtud, el talento. No: lo esencial, ahora, no es amarnos los unos a los otros, como nos prescribía el antiguo Dios de los cristianos, atacado hoy en sus templos, bombardeado en sus catedrales, profanado en sus imágenes, fusilado en sus sacerdotes. No: lo esencial es que nos esforcemos para ver quién se distinguirá más en las artes sublimes de espiarnos unos a otros, de asaltarnos, de espoliarnos, de fusilarnos, de traicionarnos, de invadirnos, de mentirnos, de extinguirnos.
De ahí la más absoluta inversión de lo que se llama derecho internacional. Si la guerra es la piedra de toque de lo justo y de lo injusto, el arbitraje de lo lícito y de lo ilícito, la instancia inapelable del derecho entre las naciones, la guerra es la razón, la absolución, la canonización de sí misma. De ahí el principio de que la necesidad, en la guerra, sobrepuja a todas las leyes divinas y humanas. Dos elementos componian el derecho internacional: la contraposición de un código de leyes a la doctrina de la necesidad en la guerra, y la limitación de las exigencias de la necesidad en la guerra, por las normas de la humanidad y la civilización. Es con eso justamente con lo que se acaba declarando perentoriamente que «la necesidad en la guerra prevalece sobre los usos de la guerra. La ley de la necesidad en la guerra manda que se traicionen los tratados? Se traicionan. La ley de la necesidad en la guerra exige que se viole la neutralidad? Se 213 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.