cha pública se manifiesta, reviste el aspecto más regocijado. Funciones teatrales, fiestas de toros, bailes, rifas.
Los paganos, con su alegre religión, solían mostrarse más austeros y entristecidos en estas ocasiones. Muy dormida debe de estar caridad que ha menester de todo ese cosquilleo para avivarse; un severo duelo y una noble tristeza sentarían mejor al ofrecer la dádiva. No es esto murmurar, y siendo milagro tan dificultoso el de sacar dinero y el dinero tan empecatado, sin duda es éste de los milagros en que puede estar más admitida la intervención diabólica. Pero, conste, que no hemos adelantado mucho desde los tiempos primeros años de la Era Cristianaen que los fariseos repartían sus limosnas a son de trompetas. En fin, ya que la Caridad en todo tiempo es más eficaz cuanto más sonada, quiera Dios que por esta vez, no sea más el ruido que las nueces: que no sea todo el metal el de las trompetas.
JACINTO BENAVENTE Un episodio nacional francés En 1913, un año apenas antes de estallar la gran guerra. Acababa de votarse el restablecimiento de la ley de años de servicio militar. Algunas guarniciones manifiestan su descontento al verse asi retenidas por un tercer año. CLEMENCEAU se dirige a uno de los soldados que hablan de paz y de desarme. Precisa que alguno comience, dices? Pues no: hay que ser dos al menos, para comenzar. Mientras tú te desarmas, įno oyes el ruido de los cañones del otro lado de los Vosgos. Alerta, entonces! Llorarías toda la sangre del corazón sin poder expiar tu crimen. Atenas, Roma las dos cosas más grandes del pasadofueron barridas de la tierra el día en que desfalleció el centinela, como comienzas a hacerlo. tú, la Francia tuya, tu París, tu aldea, tu campo, tu camino, tu arroyo, todo ese tumulto de historia de que sales, puesto 207 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.