El lema de ser de su época, en el sentido de un anhelo de maduración y universalidad, explica bien el que Rodó, espíritu moderno, aunque en ningún modo literato «modernista. comparta con éstos. no ya en su calidad de pensador y director de vocaciones, que en esto no tiene pares, sino en cuanto a artista y obrero de la expresión, el dominio de su tiempo. Fué, sin embargo, tan diverso de ellos, tan distinta su obra, así en los fines como en los medios!
Si no les fué decididamente un antagonista ni reunió en torno suyo a los malcontentos, para que podamos atribuirle un movimiento de reacción y ponerle a la cabeza de un bando opuesto, les fué menos aún devoto alucinado y crédulo. Que si desde el primer momento reconoció Darío, por ser quien era, todo privilegio, fué de los primeros en lastimarse de tanta preciosidad como ponía en manos de imitadores vulgares, y en pedir para éstos, que eran los más. el castigo. En nuestra voluntariosa literatura domina así la impresión de una multiplicidad de fuerzas fecundas y desgobernadas, hábiles y mal aprovechadas. El romanticismo nos vino quizá demasiado pronto, antes de que ninguna virtud clásica hubiese asentado una disciplina ni fortificado una tradición. Aprendimos a balbucir en gongorino. tras el gongorismo iniciador, que rigió hasta las postrimerías del siglo XVIII, el cortesano pseudoclasicismo, en la servil imitación de modelos impuestos con fría obligación de pensum, por los últimos pedantes de la colonia, acabó de viciar la débil aptitud.
Luego la inspiración democrática y libertaria de la independencia continuó envolviéndose en falsedades pomposas aristocráticas de un clasicismo heroico y mitológico.
Si por lo menos la superstición clásica, mal entendida y todo, hubiese logrado establecer un abundante discipulado, dentro del cual hubiesen llegado a multiplicarse produccion agricul Junin, con ord bras a tallada, gencia Admira por san america pecie propia america sinuar tunidad tura me en el de gotista con los orden Bello, campo creencia ración, telectua decirse dacta mente a ΕΙ.
nías sec como la guera y bar de pudiend donos níamos tan poc sólo la 190 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.