modelos, en particular franceses. Los europeos, y no sólo ellos, vieron en el afán de exotismo, que parecía caracterizarles, la ingenua prontitud del salvaje que trueca los productos de su suelo, así sean los más preciados y necesarios, por los espejuelos y abalorios del mercadante extranjero. Nosotros no vemos en este jubilo bárbaro que se apodera de todo lo «moderno. y lo festeja hasta en los sucedáneos, lo imita hasta en sus deformaciones, sino el alarde feliz de una raza joven, impaciente por demostrar su precocidad, su vivacidad intuitiva, su capacidad de asimilación, su alegría de dar también ella en el hito y acordar para el más alto contrapunto de refinamientos su ágil y nerviosa sensibilidad. menudo, en este afán de estar al tanto, se advierte algo del provinciano que en su aldea sigue la moda de la metrópoli. Por lo mismo, cuando hallamos un Rodó, superior a todas las modas, exento de vanidades, con dominio acabado sobre cuanto contribuye al realce de su aptitud natural, reconocemos en él un perfecto ejemplar de lo que queremos ser, de lo que vamos siendo. por esto, en obras como la suya es donde más altamente se cifra nuestro esfuerzo por llegar, del rápido aprendizaje a la maestría, nuestra capacidad de reproducir y quizá agrandar. ya que no hemos creado, ni lo podríamos, una civilización divergente, peculiar y exclusiva nuestra. ciertos moldes del mundo moderno.
Este afán de madurez es lo único que pone cierta unidad de sentido en la pluralidad de nuestros entusiasmos.
Por ejemplo, en la premura con que toda una generación, de 1890 a 1910, llenó nuestra literatura de novedades en ella antes inauditas, acogiendo desde el principio como expresión suya, y simultánea, aunque en apariencia contradictoriamente, la poesía estatuaria con Leopoldo Díaz, y un nuevo sentido del ritmo con la divina música primera de Rubén Darío, hay, sobre todo, el secreto delator de esa inaplazable necesidad. Entre los varios iniciadores de tal movimiento no hay sino aquesta innegable comunidad, y en todos, una misma ley de imitación se cumple, 189 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.