Al formular la liga de las naciones. es des echado el principio de las nacionalidades.
Frente al Estado más débil de América, Francia y sus aliados se someten al Presidente de los Estados Unidos.
EL CASO DE COSTA RICA Fragmento del Mensaje del Presidente de la República al Congreso Constitucional, el de mayo de 1919. Tócanos en suerte contemplar, pues, como en los crisoles de la paz se funden ahora en activa combustión los ideales y aspiraciones que en largos siglos de lucha fecunda acumularon pueblos y hombres, como acervo común para construir alguna vez los moldes verdaderos del bienestar en la tierra.
EN ESA TAREA QUE VIRTUALMENTE TIENE QUE SER UNIVERSAL QUE DEBE CUMPLIRSE CON SUPREMA ELEVACIÓN DE MIRAS por todos los asociados de la civilización, ha estado dispuesta a cooperar Costa Rica en la parte que le corresponde; pero su legitima representación oficial no ha tenido acceso a las deliberaciones en que unas veces su carácter de beligerante y otras su simple calidad de Estado constituido, le daban pleno derecho a participar, en igualdad de condiciones con los demás paises que, por haber tomado bandera en la guerra como lo hizo esta República o por poseer como nosotros los titulos adecuados, tuvieron franca entrada a las sesiones plenas de la Conferencia de Paz o a las de la constitución de la Liga de las Naciones. raiz del armisticio de ir de noviembre próximo pasado, que suspendió las hostilidades entre la Entente y Alemania, convinieron los Gobiernos de las grandes potencias en que para dar participación total o parcial a otros Gobiernos en los arreglos diplomáticos preliminares de paz, era necesario que estos Gobiernos obtuvieran para ese efecto unanimidad de votos de los Representantes de Francia, Gran Bretaña, Italia, Japón y los Estados Unidos de América; y ocurrió que al tratarse entre ellos de la incorporación de Costa Rica a las tareas de la augusta Asamblea, negonos enfaticamente su voto el señor Presidente Wilson, de los Estados Unidos de América. Igualmente el señor Wilson promovió y ha mantenido en el seno de la Comisión Organizadora de la Liga de las Naciones, la exclusión de Costa Rica de las labores preparatorias de esa nueva institución internacional.
Para subsanar tan notoria injusticia se hallan en curso importantes gestiones de nuestra Cancillería y de los Ministros Plenipotenciarios de la República en Europa, por cuyo motivo me abstengo de entrar en comentarios de ninguna especie acerca de este asunto.
Debo anticipar tan sólo que si las negociaciones entabladas no obtienen el desenlace que las reglas de la equidad y nuestros derechos indiscutibles hacen prever, el Gobierno ha estudiado las determinaciones que pueden adoptarse respecto al estado de guerra existente entre Costa Rica y Alemania, para, si fuere del caso, restablecer separadamente las relaciones con el enemigo.
181 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.