de enenque lo Blo tir ana tual se debilita cada vez más, disminuye por falta de ejercicio, en vez de «aumentar con el estudio. según se ha dicho siempre; y acabando por atrofiarse el órgano de los recuerdos y la imaginación, que en cierto modo, como se dice, es un recuerdo de lo futuro en relación con el pasado, queda el hombre animal preso en el momento presente y sin vida posible para el entendimiento y la razón. Es eso, acaso, lo que quieren los «carísimos» pedagogos a cuyas manos se ha encomendado el espíritu de la juventud en Costa Rica? Bien podrán ser otros sus deseos y muy buenas sus intenciones. Pero a ese resultado caminan, aunque así no lo entiendan. Sabido es que «el infierno está empedrado de buenas intenciones. con ardo fetro pro pstrare an re ra la le in. Cosas ambas, libros y práctica, por igual necesarias para saber algo de algo, y que a nadie pueden hacer daño, tomadas en buenas proporciones. En eso, como en todo, hay que concertar a Sancho Panza con su amo, o ser mentecato de una pieza.
Lo que yo no puedo comprender, ni acudiendo a mi larga práctica ni a mis regulares lecturas acerca del particular, es la razón del notable desequilibrio entre lo «técnico y de arte» y lo de «letras y científico. estando esto y aquello en relación de 22 a 6, cuando el sentido práctico y utilitario que parece caracterizar al Liceo, necesariamente exigía lo contrario, es decir, que lo técnico prevalecierá sobre todo.
Ni tampoco era necesaria esa «división de categorías. con olor de escolástica vieja; puesto que, si bien se mira, hoy por hoy, ya las letras tienen de ser científicas y las ciencias letradas, y unas y otras y todo estudio serio han de tener su parte de filosofía y conocimiento positivo, su técnica especial y su artística realización en la vida práctica. este orden de estudio en todas las cosas, corresponde a un proceso mental y práctico al propio tiempo, sin que, desde el castellano hasta los mismos trabajos manuales, si estos merecieran la pena, deje de exigir toda enseo is a 169 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.