simplemente de defenderse de los alcances que pudiera intentar el gobierno intruso de Napoleón.
Acéfala la monarquía, se empezaron a fundar las juntas que representaran los intereses del pueblo. Restablecido Fernando y violada la Constitución, estas Juntas, que ya habían tenido ocasión de ensayar los beneficios de su existencia, evolucionaron en el sentido del trabajo por la autonomía. Las juntas del gobierno (establecidas también en España) no se limitaron como en ésta a preservar la soberanía popular para devolverla al rey a su regreso del cautiverio. Ensayaron el Gobierno nacional, y de él brotó el anhelo de Independencia.
Centro América sólo sabía por repercusión de este movimiento. Ecos de él fueron los conatos de sublevaciones y las conspiraciones que se sucedieron desde 1811. Aprovechando todas las circunstancias favorables de un Capitán general débil, de un pueblo presto a dejarse llevar, y de la independencia proclamada por todas las demás colonias, el grupo de patriotas que dirigía a la sociedad y al pueblo, y que era la única clase que pesaba en la cosa pública, hizo la Independencia. Todo el mérito de ese paso se debe a la clase ilustrada, que supo dominar a aquellos elementos españolistas que pudieron haber armado al pueblo contra los independientes. Se ha llegado a pensar, en presencia de los fracasos posteriores, si esa independencia no sería prematura. Pero creemos que no pudo hacerse otra cosa. Tenía que seguirse el movimiento general de la América en el justo anhelo encendido poco a poco en la clase ilustrada, que ya leía los libros de la revolución francesa y los dos periódicos que se publicaban en Guatemala, que ya discutía cuestiones políticas y se irritaba de las injusticias de las autoridades españolas y aun de la Constitución de ensayar los beneficios de la libertad, capaces de deslumbrar a espíritus menos preparados. Aun más: desde el punto de vista panamericano, la Independencia de Centro América fué grandemente útil a todo el Continente, pues con ella se sustrajo del dominio español a la sección situada 133 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.