En la tabla estas letras leíanse: Adelante.
De su abismo esa tabla sacaba el mar de Atlante. Mandato de su padre sobre las olas era!
Listos los remadores sacan de la ribera La barca. De los brazos maternos se desprende; Detrás de los marinos veloz carrera emprende; Salta al bote con ellos, y al punto un remo ensaya. allá van con la ola que vuelve de la playa!
Cómo con la mirada todos los van siguiendo.
Virgen Santa! Las olas cuán altas y qué estruendo!
Parece que se hunden! Jesùs! Naufraga el bote!
Mas no! Las olas pasan y ellos están a flote! siguen. Van llegando. Ya se les ve acercarse!
Ya era tiempo! Ya el barco comenzaba a inclinarse!
Ya vuelven! Los pañuelos agitan! Qué arrojados!
El bote viene lleno. Cuántos. Todos salvados. Hurra! Pronto una amarra! en tanto que gozosos, Náufragos y marinos, saltando presurosos De piedra en piedra vienen, hacia la madre el niño Se lanza. Ella lo abraza, lo besa; y con cariño El le dice al oído. No me regañes, madre. Tan contento estaría mirándome mi padre!
ISMAEL ENRIQUE ARCINIEGAS Comentando una fábula El cuerno roto Los malos gobiernos no gustan de la oposición. No queriendo hacer lo mejor para el pueblo, sino lo que a intereses individuales o de circulo convenga, suprimen los consejos de la opinión pública; pero no está a su alcance suprimir la evidencia de la injusticia, de la inconveniencia o de la ilegalidad de los actos del poder público. la evidencia grita lo que el miedo hace callar, como el cuerno roto de la cabra de Babrias: Babr en el si casi tod en 1844 publicad nece al 22 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.