del bala de más tarde convertido, con gran sorpresa nuestra, en escritor político, sin dejar de ser poeta. Y, empuñado el «estilete entintado. lo esgrimió por más de treinta años. con obligadas interrupciones y lo soltó forzado por la muerte, el 15 de Enero de este año.
La obra del poeta la podemos juzgar todos; la del escritor político liberal la reputan sus copartidarios como insuperable, y amigos y adversarios como la de un hombre de bien que defendió sinceramente sus ideas.
Roberto Botero Saldarriaga dice. Dos principios informaron toda su honrada labor: verdad y serenidad.
Esta última fué la cualidad suprema del hábil polemista.
Movíanse su alma y su pluma, en este ambiente sereno de los profundamente convencidos, y sus pensamientos, surgidos de aquel medio, necesariamente convencían e inspiraban profundo respeto.
No hay en sus más combativos artículos una gota de acibar derramada sobre la vida intima de sus adversarios. Fidel Cano emprendia sus combates llevando un halo de luz en su mente, y su caballerosa mano lista para estrechar la del adversario hidalgo. Pedro Betancourt. Independiente siempre, guiado por el impulso de su conciencia, única a quien consultaba en los momentos difíciles de su agitada carrera, supo levantarse, sereno e incontrastable, a la mayor altura, exhibiéndose noble y gallardo, e imponiéndose al respeto y a la veneración de quienes abrigaban corazones capaces de sentir la belleza excepcional de un verdadero carácter, de un alma inmaculada que pasa por el mundo ceñida al deber, sin trepidar jamás, y que logra llegar hasta la tumba sin una mancha, y legar a la Patria el ejemplo de una larga existencia sin sombra de claudicaciones, hon amz y aun men infi un que ese Fia Alejados tal modo que nos considera embargo, a af y pintan bien lamenta la pa La De una a vigorosa casta esi limpia y que hoy de dolor se refier cómo habiendo siete veces, siem gano premios yr y el hon de tener como cc a su augusto Em Crió la triste sus como su entre ar y cariño 114 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.