la fior. Nad sus raíces vital de la resplandece manantiales tierra. De corrientes corazón del de renovaci El llama un esfuerzo pueblo. Es mista en el La necesida abrirá el ca Hace años.
que no pudiera llegar a sacerdote. No había sacerdote, por obscuro que fuese, que no pudiera llegar a Pontífice de la cristiandad. Todas las cortes de Europa eran gobernadas por estos hombres instruídos, educados y perfectos. La constante exaltación de las infimas capas populares, a través de las filas de aquella gran corporación, mantuvo vivo al Gobierno de la Edad Media. No se podría aducir otro ejemplo más pertinente.
Para conseguir la pureza del Gobierno hay que sostener esta transfusión. Nadie, por humilde que sea, ha de creerse excluído. Hay que infiltrar constantemente sangre nueva en las arterias de la política. Que ningún hombre se vea tan obscurecido que no logre romper la corteza de las clases a que pertenezca. Que sea posible surgir de las clases inferiores para elevarse a los más altos puestos del Estado. Todo lo que deprima, todo lo que haga al organismo mayor que al hombre, todo lo que desaliente a los humildes, va contra los verdaderos principios del progreso. Esas alianzas de los poderosos hombres de negocios con los afortunados organizadores de la política, van contra la vitalidad y el progreso social. Hechas en la cumbre, tienden a deprimir el nivel común, a hundir más a cada uno, lejos de mantenerlo en su puesto. Toda buena política ha de encaminarse a la anulación de estas alianzas y a restablecer la comunicación entre la gran masa del pueblo y el Gobierno.
Hoy que el Gobierno cayó en manos de intereses especiales, cuando implícitamente se da establecido que sólo están capacitadas para gobernar las clases superiores, cuando a tantos ciudadanos se ha impuesto el sofisma de que los grandes directores de prosperidad, guardianes del bienestar, pueden arrebatarle al pueblo el gobierno, conviene recordar que esta nación sólo podrá salvarse por la fuerza que duerme y que sus esperanzas, su conciencia y sus energías se renovarán en sus propios manantiales constantes y purísimos.
Nunca desde lo alto, nunca por la protección de la aristocracia. La flor no trae vida a la raíz, sino la raíz a ¿Ha de o grupo de los cuales de la fuerz ¿Han ofender a tos e inter Hanc en lo que arbitraria arbitrio?
No privilegios obrar los que se les ¿Ha y por cast obligue al Ningú naron que 52 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.