y parroqu pasiones En cua verdadero auténticos sin concie que el de Le qu para per sistir en los derec reafirmar impuestos sentido un al nortec Puede ha historia demócrata la obra que he iniciado, os pido que enviéis una mayoría demócrata a la Cámara y al Senado. La respuesta del pueblo americano no ha sido fayorable a Mr. Wilson. Tanto la mayoría del Senado como la de la Cámara son republicanas.
Semejante resultado, aparentemente desconcertante, ha ocasionado los más diversos comentarios en la Prensa americana. El «Evening Sun» dice. El pueblo americano no ha elegido a los republicanos para que se venguen de los demócratas ni para que pongan trabas a Mr. Wilson. Lo ha hecho únicamente por pensar que pueden ser más eficaces y enérgicos. Un diario republicano de Nueva York. The Tribune. dice. El triunfo republicano no implica una repudiación de la política de Mr. Wilson. Es simplemente una protesta contra la demasiada influencia del Ejecutivo en el Gobierno. Es necesario que el Legislativo no pierda sus fueros. Mr. Roosevelt dice. No han triunfado los republicanos. Ha triunfado el americanismo. El «Times» de Nueva York atribuye el fracaso político de Mr.
Wilson a los inmensos impuestos ocasionados por la guerra y añade. Poderoso sería en verdad el partido que pudiera resistir la oposición resultante de los últimos gigantescos impuestos. Hay algo más grave, empero, y ha sido la impertinencia con que Mr. Kitchin ha hablado de esos impuestos. Tratándose de sumas ingentes y de sacrificios tan grandes, hubiera sido decoroso presentar el asunto al pueblo con algún pesar. En Inglaterra, por ejemplo, siempre que se trató de establecer una contribución, Mr.
Gladstone la pedía en términos tales que el Parlamento no vacilaba en concederla. Mr. Kitchin, Presidente de la Comisión de presupuestos, ha hecho todo lo contrario y ha puesto en sus discursos una insolencia que naturalmente tiene que rebelar al pueblo americano. El «World» examina la cuestión desde otro punto de vista. No tendremos más Congresos demócratas, dice, sino cuando los Estados del norte, que son la verdadera fuerza de la nación, se convenzan de que el Parlamento no será dominado por políticos meridionales, vengativos De toda han triunfa En 191 está más ing velt cuand en lo más NO LES HA faltáramos más bien tan inviolat como el Car «Ha tra pecialmente Marzo en a propósitos El america está en el americanis Roosevelt y moral de bandera del quizá, pero lộ nộ cam 40 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.