morales. Los naturalistas afirman que no hay moralidad posible cuando se falta a la verdad.
Mas hé ahí que un día se inicia una formidable deserción hacia lo ideal. Huysman reniega y escribe «La Catedral. perfumada de incienso y llena de religiosa unción.
Los adeptos de Zola siguen otro rumbo. Daudet, Maupassant, Bonnetin, cubren con un velo las antiguas desnudeces de sus heroínas. Los espíritus se han levantado sobre el suelo. La poesía toma su desquite contra las impurezas de la tierra. En la llanura de Chateaudun, en donde Francisca tirara del ronzal a la Coliche e intentara Bouteau entre los trigales satisfacer sus amores incestuosos, brota un arbusto en cuyas ramas canturrea un pájaro demulcidor y vocinglero. Es Edmundo Rostand, que aparece con «Cyrano de Bergerac. Rostand, que lanza el primer grito de rebelión, que muestra a las multitudes fatigadas por las arideces del análisis, una ceja de luz en medio del horizonte ennubecido. De aquí el éxito de ese drama mucilaginoso, que aplaudió con exceso la Francia novedosa. Víctor Hugo, en 1830, conmovió a París con el estreno de «Hernani. que fué un movimiento insurreccional contra la dictadura clásica que duró dos siglos.
Como el poeta de «Los Castigos. el lírico de Cambo tuvo el talento de la oportunidad. Desde entonces la gloria le corteja con zalamerías de hetaíra. La Academia le abre sus puertas, las mismas puertas que cerró a Zola.
La fama le acaricia. Los diarios más respetables publican sus menores gestos y comentan sus más mínimos deseos.
Si viene una Princesa dice Rubén Darío es Rostand quien la saluda en verso. Melchor de Vogüe le adula.
Oíd, si no. En pocas horas llegáis a ser rey de la escena, Emperador, Mesías, poeta universal. sin embargo, Rostand no es el más alto ingenio de la Francia contemporánea. Es un hombre de mérito relativo, que vive en el Olimpo que le ha formado la «réclame. Cyrano de Bergerac» es, pues, una regresión ines37 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.