Democracy

so; inde de todos nos conocemos, y las simpatías y antipatías obran fuertemente en todas las entidades de ellos.
Parece, pues, evidente la necesidad de definir con toda claridad qué es lo que determina el carácter de pernicioso en un individuo extranjero. QUINTILIANO Octubre 1918.
en las mifes por el de Como aquí los seaue yuno, su tria de ató ore.
no nco anSiar. Me parece que en el país hay plétora de abogados sin colocación, como la hay de muchachos que huyen del oficio de sus antepasados, como sucede a los que, mal avenidos con los instrumentos de la labranza, abandonan los campos, y sin estar dotados de capacidad y disposición especial para otra profesión, se dan unos y otros al asalto de los empleos burocráticos, para lo cual la numerosa legión de los desocupados e ineptos asedia a toda hora a los gobernantes con empeños de todo linaje, a fin de obtener las colocaciones que en justicia y ley de Diss deberían corresponder a la capacidad y al mérito reconocido. Otros mozos (con o sin aptitudes) van a aumentar la lastimosa falanje de trovadores y gacetilleros de oficio, gente propensa a malgastar el tiempo en necedades y aun en vilezas, como la de poner su pluma a flete al servicio de quien mejor la paga, por dañada que fuere su causa. De una y otra fila, sin preparación para el acertado desempeño de funciones públicas, sale, por lo general, en estos países de la democracia mal entendida, la nube de pretendientes a las curules legislativas y no pocos de estos golpean a todas las puertas para alcanzar los favores de la elección. Por lo mismo me parece necesario alejar a la juventud inteligente de la propensión a archivarse en las oficinas públicas, y abrirle una vía más amplia, segura e independiente, por medio de estudios adecuados, como los de la ciencia aprovechable a las operaciones industriales, menos expuestos a la degradación del carácter.
Fragmentos de una carta de Gómez Barrientos a su malogrado hijo Alfonso Javier. у del mo os, ΕΙ Ese tos la ado ana sos teun ria cer Mensaje del Presidente Wilson al Congreso El Tratado con Colombia ande Washington, diciembre de 1918.
El año que ha pasado desde cuando por última vez cumplí con el deber constitucional de dirigirme al Congreso para darle cuenta de on, 23 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.