as DSos is 0 a e esa voz se presta a confusión en los pueblos católicos. En Inglaterra, en los Estados Unidos y en otras partes los partidos se denominan con calificativos muchas veces debidos a circunstancias accidentales.
Siendo los partidos fuerzas llamadas a equilibrar un mismo cuerpo en movimiento, y que va cambiando, se deduce que ellos tienen que variar con el tiempo, y siendo el progreso esencialmente distinto de unos de los pueblos a otros, se infiere que los partidos varían también en el espacio; y siendo tan extenso el campo a que es aplicable la libertad, se sigue también que el programa de un mismo partido puede no ser del todo consecuente. Más claro: el partido conservador de una época puede coincidir casi con el liberal de otra, como lo comprenderemos si comparamos la Constitución de 1858 con las ideas que los liberales oponían a la de 1843; el partido liberal de un país puede tener ideas casi equivalentes a las de los conservadores de otros, y así notamos, gr. que el programa formulado aquí por el doctor Samper en 1879, era más liberal que el de los liberales chilenos; y en un mismo partido puede haber inconsecuencias más o menos efectivas o excusables en puntos de programa, pues hay conservadores amigos de la libertad de testar y liberales adversarios del libre cambio. El tiempo, como enseña Holtzendorff, modifica no sólo a los partidos sino las ideas de los individuos, quienes al cambiarlas no hacen sino poner mayor o menor vapor a la máquina en relación con los peligros y las pendientes.
De aquí se deduce que cada partido no puede definirse de un modo abstracto, pues su carácter depende del de su émulo; para definir hoy, por ejemplo, el partido conservador de Colombia, hay que fijar bien las tendencias del partido liberal; y como este último, a pesar de algunas apariencias que apenas duraron un momento, permanece seguramente aferrado al sistema llamado radicalismo, podemos decir que el partido conservador colombiano es el que se propone la práctica de las instituciones que rectifican las enormes exageraciones de aquel sistema, a saber: Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.